ANTONIO SANDOVAL
Avanza la mañana, comienza a hacer calor en el aula, alguien abre la ventana y… en pocos minutos, ya hay dos o tres moscas dentro. Cuando te pasan al lado, su zumbido recuerda una moto lejana. Si te las quedas mirando, unas veces te evocan unos oscuros electrones girando alrededor de un núcleo invisible, otras pequeños drones de espionaje, otras tus propias ideas cuando, sin rumbo fijo, dan más y más vueltas a cualquier preocupación.
A poca gente le gustan las moscas. Pero hay a quien sí. Por ejemplo, a los entomólogos. Si preguntas a alguno de ellos, te dirán que la familia Muscidae está integrada por aproximadamente 100 géneros que, en su conjunto, suman casi 4.000 especies. Lo de Muscidae viene del latín Musca: así denominaban en Roma a estas criaturas. También, por cierto, a las personas demasiado entrometidas.
Por si las moscas
«Voy a repasar el examen otra vez, por si las moscas». «Mejor no diré nada de eso que he sabido, por si las moscas»… ¿Cuántas veces has utilizado esta semana esta expresión? Quizá más de una, y en muy diferentes situaciones. Pues resulta que los especialistas no se ponen muy de acuerdo en su origen. ¿Se te ocurre a ti alguna explicación? ¿Y alguna otra expresión relacionada con las moscas? ¡Seguro que sí!
Otra persona a quien le encantaban estos insectos fue el escritor Augusto Monterroso. ¿Te suena su nombre? Es el autor de uno de los relatos más breves, intrigantes y célebres en lengua castellana: «Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí». Pues bien, resulta que para Monterroso los tres temas más importantes de la literatura son el amor, la muerte y las moscas. Lo explicaba así: «La mosca invade todas las literaturas y, claro, donde uno pone el ojo encuentra la mosca. No hay verdadero escritor que en su oportunidad no le haya dedicado un poema, una página, un párrafo, una línea; y si eres escritor y no lo has hecho te aconsejo que sigas mi ejemplo y corras a hacerlo», añadía.
¿Te animas a escribir un relato muy corto sobre una mosca? Puede ser muy sencillo y breve, como el del dinosaurio, o una historia que incluya fieras batallas. Si necesitas inspiración puedes investigar acerca de San Narciso, patrón de Gerona: ¡A este santo se le representa siempre rodeado de estos animalitos!
Cómo capturar moscas
El caso es que esas moscas que entraron por la ventana son una molestia, pero andar a persecuciones y manotazos con ellas vale de bien poco: son muy pillas.
Lo mejor es esperar a que se posen en la ventana, y tener para entonces ya a mano un vaso y un folio. Con mucho cuidado (quizá debas probar más de una vez) capturarlas entre el vaso y el vidrio. Luego pasas el folio entre ambos, y ya tienes a la mosca capturada. Eso sí: cuando la liberes en la calle, ¡que no sea junto a otra ventana abierta! Por si las moscas, ya sabes.
■ Para saber más. Información de la Universidad Complutense.