SESIÓN 1
LAS SIETE PALABRAS CLAVE DE LA NOTICIA
Se entrega a cada alumno una copia de la noticia de la que parte la unidad didáctica. Individualmente, completan el siguiente cuadro (posteriormente se debaten las distintas respuestas emitidas):
ANÁLISIS DE LA NOTICIA
Las denuncias de maltrato suben un 8 por ciento, pero más de 3.000 mujeres las retiran
QUIÉN: Personas, grupos, entidades o cualquier ser que pueda constituirse en agente o paciente de esta noticia.
QUÉ: Los hechos importantes de la noticia y los términos que hay que conocer para entender el significado de la noticia.
DÓNDE: Los sitios y los espacios que determinan la situación física de la noticia.
CUÁNDO: Tiempo, fechas y momentos significativos de la noticia.
CÓMO: Los pasos del proceso, las formas, las técnicas y la metodología.
CUÁNTO: Todo aquello que se puede cuantificar de algún modo, e influye o describe mejor lo que ha pasado.
POR QUÉ: Los objetivos, los motivos, las causas y las consecuencias.
SESIÓN 2
¿DE QUÉ ESTAMOS HABLANDO?
Con el objetivo de conocer las ideas previas de las que parten los alumnos, en esta sesión se les pasa un sencillo cuestionario de tres preguntas. Una vez que lo han respondido, se les entrega el documento informativo 1 y se contratasta con las respuestas emitidas.
Cuestionario
1. Cuando hablamos de violencia de género, ¿a qué nos estamos refiriendo?
2. ¿Qué tipos de malos tratos se pueden dar en una relación de pareja?
3. ¿Conoces las fases por las que pasa un ciclo de violencia de género?
Documento informativo 1
1. De una manera sencilla podemos decir que hablamos de maltrato, violencia o abuso cuando una persona (pareja, marido o familiar), a través de su comportamiento, provoca daño físico o emocional a una mujer.
2. Los malos tratos pueden ser de tipo:
- Físico: desde un empujón intencionado o una bofetada hasta el extremo de intentar acabar con su vida.
- Psicológico: son los insultos («eres una zorra»), los desprecios («no vales para nada») y las ridiculizaciones («mira qué cara de imbécil se le ha puesto»). Este tipo de violencia, que es más difícil de demostrar, busca la anulación de la personalidad de la víctima.
- Sexual: cualquier contacto sexual no deseado o un trato degradante de su sexo.
- Social: el agresor intenta controlar la relación de su pareja con los amigos y con la familia. Puede llegar un momento en el que la víctima decida autoaislarse para no enfurecer al que le maltrata y no ponerse en evidencia delante de los demás.
3. Casi siempre, en un ciclo de violencia de género, se suelen dar tres fases:
- a. Fase de tensión: en la que comienzan los insultos y las primeras conductas violentas. En esta primera fase, la mujer todavía cree que puede controlarlo, evitando hacer las cosas que a él le molestan (ponerse una falda demasiado corta, saludar a un amigo).
- b. Fase de agresión: en esta etapa se llega a demostrar comportamientos extremos, como los abusos físicos, psicológicos, sexuales o sociales antes citados.
- c. Fase de conciliación o de arrepentimiento: el agresor se arrepiente de su comportamiento, pide perdón y promete que no volverá a pasar. Incluso puede excusarse con frases como: «haces que me enfade», «si no te portases mal no te pegaría». Esta fase, también conocida como «luna de miel», explica por qué las mujeres agredidas tardan en romper con la situación: los períodos de violencia se alternan con períodos de amor y afecto y les hace pensar que «cuando no me pega es buena persona».
A veces, la mujer ni siquiera encuentra apoyo al pedir ayuda a los familiares o amistades, ya que le quitan importancia a lo ocurrido o no pueden entenderlo, porque ante el resto de las personas la pareja tiene un comportamiento distinto al que ella describe. Sin embargo, toda mujer que esté pasando por una situación así, sabe en el fondo que cada día irán a más los momentos de agresión y a menos los de arrepentimiento.
SESIÓN 3
LA NOTICIA, EN GRÁFICOS
En esta tercera sesión, los alumnos retoman la noticia de la que parte esta unidad didáctica y la representan a través de gráficos (de barras, lineales, circulares%u2026) a partir del análisis de datos. Los trabajos obtenidos (sacados por impresora o realizadas a mano) se plasman en cartulinas que se cuelgan en el corcho de la clase.
Algunos ejemplos de los gráficos que se pueden obtener:
- Persona o entidad que presenta la denuncia
- Tipo de delitos denunciados
- Nacionalidad de los agresores
- Nacionalidad de las agredidas
- Porcentaje de agresiones en relaciones mantenidas/extinguidas
- Comunidades con mayor número de órdenes de protección
SESIÓN 4
ESTEREOTIPOS, ROLES ASIGNADOS Y PREJUICIOS
La violencia machista está rodeada de falsas creencias que condenan a las mujeres y justifican a los hombres. En esta actividad proponemos debatir seis grandes mitos. Los estudiantes deben comentar si están de acuerdo con esas creencias o no y argumentar por qué. Al final, el profesor comenta y entrega una copia del documento informativo 2.
Es posible que, a lo largo de la dinámica, salga la reacción «a la defensiva» de algún chico que siente que hablar de estos temas es como «apalear hombres» o hacerlos culpables. Ante esta actitud, resulta interesante recordar que:
- Las estadísticas evidencian que en la inmensa mayoría de los casos de violencia de género las víctimas son mujeres.
- La mayoría de los hombres no maltratan a sus parejas.
- Los hombres tienen un importante papel que jugar en la búsqueda de soluciones a este problema.
- Todo el mundo se beneficiará de una escuela y una sociedad no violenta.
Documento informativo 2
EL MITOLA REALIDAD
1. «Un hombre no maltrata porque sí; ella también habrá hecho algo para provocarle».
Aunque parezca mentira, es una de las creencias más arraigadas en nuestra sociedad. Aún hay gente que piensa que la mujer es la responsable del comportamiento violento del hombre; o, al menos, que tanto él como ella son culpables porque «ella también es buena cuando se pone a insultarle». La respuesta sin pestañear dada ante las cámaras de televisión por un hombre que defendía su comportamiento, define muy bien esta situación : «Yo no le pego%u2026, a no ser que me provoque».
2. «Si una mujer maltratada no abandona a su pareja, la culpa es de ella por no hacer nada por evitarlo».
Las razones por las que una víctima decide seguir conviviendo con su agresor pueden ser muchas. Por ejemplo, porque cree que a pesar de todo su pareja la quiere y le compensa seguir intentándolo; o porque en el fondo ella se considera culpable, y piensa que si se porta bien no habrá más agresiones; o por miedo a que si se separa la agreda de gravedad o incluso la mate; porque cree que es imposible vivir sin él; por vergüenza%u2026
3.«Cuando hay niños, es preferible aguantar hasta que los hijos crezcan».
Ésta es otra de las razones por las que algunas no abandonan la casa. Sin embargo, ser testigo de violencia doméstica tiene graves consecuencias sobre el bienestar emocional y la personalidad de los niños, sin olvidar que la mitad de los varones que maltratan a sus parejas también agraden a sus hijos e hijas. En definitiva, ante la violencia, la opción más responsable es alejar a los hijos de esa situación.
4.«Los hombres que maltratan lo hacen porque tienen problemas con el alcohol u otras drogas».
Así se suelen justificar muchos maltratadores, para evitar hacerse responsables de sus actos. Aunque es cierto que el consumo excesivo de alcohol es frecuente en estas personas, no puede considerarse un eximente. Sólo hay que pensar en los accidentes de tráfico, en los que la ingesta de alcohol es un agravante.
5.«La violencia doméstica no es para tanto, son casos aislados. Además, lo que ocurre dentro de la pareja es un asunto privado y nadie tiene derecho a meterse».
Los casos que aparecen en los medios de comunicación son sólo una pequeña parte de la realidad: se calcula que sólo se denuncia el 10% de las situaciones. Y no es un asunto privado sino un atentado contra la libertad y la seguridad de las personas. Los delitos jamás son cuestiones privadas, y menos aún cuando las víctimas, por la razón que sea, no están capacitadas para defenderse.
6.«La violencia doméstica sólo ocurre en familias sin educación o con pocos recursos económicos».
No es cierto. Es un fenómeno que se da en todos los niveles sociales y económicos. La diferencia suele estar en el tipo de violencia que se ejerce y en las salidas que se dan a esta situación: las mujeres con situaciones sociales más acomodadas se sienten más presionadas a mantener el secreto para no dañar su imagen y la de su pareja.
SESIÓN 5
EL ENFOQUE DE LA PRENSA
Por grupos, los alumnos deben entrar en internet y buscar, a través de Buscavoz, las noticias publicadas por La Voz de Galicia relacionadas con la violencia de género en el último año (a nivel local, autonómico y nacional). Para ahorrar tiempo de trabajo en el aula, puede pedírseles que las traigan ya impresas de casa. Se aplica a cada noticia la plantilla de «las siete palabras clave» (sesión número 1) y se realizan murales, por grupos, y temas.
- Por ejemplo: «causas de la violencia de género», «incidencia en la comunidad gallega», «soluciones a la violencia machista»%u2026
- Otra opción es analizar la presencia del tema en las distintas secciones del periódico: cartas al director, artículos de opinión, Galicia… en el último año.
SESIÓN 6
LA VIOLENCIA SEXISTA, ¿ES SÓLO COSA DE MUJERES MAYORES Y CASADAS?
En esta sesión se pretende reflexionar sobre los datos obtenidos por la Comisión de Investigación de Malos Tratos a Mujeres y sobre su decisión de centrar sus esfuerzos en la población más joven. Para ello, se realizará la lectura en clase del documento informativo 3 y se debatirá sobre las frases subrayadas (esta dinámica se puede realizar por grupos, adjudicando una de las seis frases a cada uno de ellos, que se encargará de analizar, reflexionar y exponer al resto de la clase). Cinco minutos antes de acabar la sesión un alumno o alumna lee en alto, a modo de conclusión, el documento informativo 4 (es recomedable imprimirlo con un tamaño de letra grande) y se deja colgado en el corcho, en una zona bien visible.
Documento informativo 3
«Mi marido me pega lo normal». Esta frase -para la inmensa mayoría aberrante, para algunas mujeres su realidad- no está tan desfasada como se podría pensar. Así lo demuestra el hecho de que el 80 por ciento de las chicas y el 75 por ciento de los chicos admite la posibilidad de que una pareja te quiera aunque te maltrate. Este dato, junto a otros no menos espeluznantes, como el de que el 14 por ciento de las chicas considere normal que su pareja le obligue a mantener relaciones sexuales en alguna ocasión, ha llevado a la Comisión de Investigación de Malos Tratos a Mujeres a centrar sus esfuerzos en la población más joven con la campaña «Amar no duele». Esta asociación también nos recuerda algunos datos para reflexionar desde las aulas:
- El 40 por ciento de las denuncias por violencia sexista la realizan menores de 30 años.
- El 33 por ciento de las mujeres muertas en los últimos cinco años tenía menos de esa edad.
- La tercera parte de las personas que acuden a los servicios de atención a víctimas de esta Comisión no han cumplido la treintena.
Esta última situación les llevó a crear grupos terapéuticos de chicas maltratadas, en su mayoría víctimas de su primera pareja. Observaron que la inmensa mayoría de los adolescentes identifica una amenaza o una agresión física como un indicador claro de violencia de género; sin embargo, cuando este machismo se camufla bajo el manto de un paternalismo protector, son muchos (sobre todo chicas) los que aceptan este tipo de autoridad.
La situación anímica de las jóvenes maltratadas suele responder al siguiente cuadro:
- Ansiedad, depresión, baja autoestima, vergüenza, culpa, sentimientos de indefensión, sensación de baja capacidad de control y miedo a la soledad, al abandono, y al daño que puedan sufrir ellas o su familia por represalias. También temen las consecuencias para el maltratador ante la posibilidad de que sea detenido.
- Deterioro importante de las relaciones sociales, sobre todo si la relación ha durado mucho tiempo. Sienten que se han quedado sin amigos y muchas veces están enfrentadas a sus familias.
- El rendimiento académico se ve muy perjudicado. Es frecuente el acoso, la vigilancia y los incidentes violentos con la irrupción del maltratador en el centro de estudios o de trabajo.
Pero, ¿cuáles son las razones por las que una adolescente no suele contar a nadie la violencia que sufren? Estas son algunas razones:
- La vergüenza de admitir frente a la familia que existe un problema del que posiblemente le alertaron.
- El miedo a la presión para que se aleje del agresor cuando ella aún piensa que le quiere y que «sabe llevarle».
- El miedo a tener que iniciar una acción judicial cuando «no es para tanto».
- El miedo a la reacción del agresor%u2026
Con todos estos datos, ¿aún hay quien piensa que la violencia sexista es sólo cosa de mujeres mayores y casadas?
Documento informativo 4
En conclusión, la violencia machista…
- Es algo que ocurre en todos los grupos sociales: Los que maltratan no se encuentran en colectivos marginales, ni tienen por qué ser enfermos mentales, alcohólicos o drogadictos.
- Cualquier mujer puede ser víctima de malos tratos, con independencia de su edad, profesión, ideología o nivel cultural: El hombre que maltrata piensa que esa mujer le perteneces en exclusiva, y trata de educarle y de corregirle para que cumpla el papel que le asigna.
El maltrato, además de atentar contra la dignidad y la integridad de las personas, es un delito que la sociedad debe conocer. Éstas son algunas pistas para detectar en tu pareja un comportamiento abusivo y poco respetuoso hacia ti:
- Intenta controlar lo que haces y con quién vas.
- Critica tu forma de vestir por ir demasiado provocativa.
- Es muy celoso.
- No le gusta que salgas con tus amigos ni que estés con tu familia.
- Te compara con las demás.
- No respeta tu opinión e intenta imponerte la suya.
- Te pone a prueba.
- Busca artimañas para tener relaciones sexuales cuando no quieres.Hace promesas de cambio que nunca llega a cumplir.
Si estos comportamientos son habituales y constantes, deberías de plantearte en serio si no estarás saliendo con un maltratador.
Recuerda: Quien bien te quiere… ¡nunca te maltratará!