- Grupo Ecovigilantes
- Gonzalo Sánchez Busons
- María Cristina Bravo Bosch
En los años 70, Televisión Española tenía un programa de educación vial que se llamaba La segunda oportunidad, cuyo objetivo era la concienciación de los conductores para reducir los accidentes de tráfico. El periodista y aficionado al motor Paco Costas era su presentador, y colaboraba el gran especialista francés Alain Petit. «El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Qué bueno sería, en ocasiones, contar con una segunda oportunidad».
Ourense, año 2022. Una charla de la UNED Sénior a la que acuden Ecovigilantes aborda el tema de los hábitos peatonales. La imparte Benito Bouzada, delegado para Ourense de la Federación Estatal de Técnicos en Educación y Seguridad Vial. Colabora con varios centros educativos de la ciudad concienciando a la ciudadanía de que también tiene la obligación de conocer y cumplir la normativa de Tráfico, y no solo quien conduce. Independientemente de si el número de atropellos en la vieja Auria es alto o no, se constatan muchas temeridades e imprudencias que desgraciadamente no pudieron contar con una segunda oportunidad.
LOS AUTORES
Firman el artículo principal: Hugo Fernández Mazaira, Mario González Salpurido y Xavier Alexandre Almeida Rodríguez (3.º de ESO). Lucía Malingre Hurtado (2.º ESO). Adrián Álvarez Carballal, Tomás Calvo García, Edgar Serodio Villar, Martina Fernández Andrés, Iago Martín Carnero, Lucía López Castiñeiras y Darío Vales Bolaño Álvarez (1.º de ESO). Además, han contado con la colaboración de muchos compañeros para el trabajo de campo.
La entrevista a David Llorente la firman Martina Fernández Andrés, Adrián Álvarez Carballal, Tomás Calvo García y Darío Vales Bolaño, todos de 1.º de ESO.
La entrevista a Benito Bouzada fue realizada por Lucía López Castiñeiras y Iago Martín Carnero, ambos de 1.º de ESO.
La entrevista a María Barrera está firmada por Cristina Prado Barrera (2.º ESO).
La entrevista a Carmen Salpurido fue hecha por Mario González Salpurido y Hugo Fernández Mazaira (3.º ESO).
A Carlos Moure lo entrevistaron Adrián Basalo Núñez y Daniel Fernández Blanco (3.º de ESO).
La entrevista a Elisa Abad fue realizada por Xavier Alexandre Almeida Rodríguez y Manuel Fernández Peteiro (3.º de ESO).
En el 2021, en las calles y carreteras ourensanas se han registrado 46 atropellos con heridos, dos graves; estadísticamente supone un incremento del 28%, y eso que la población estuvo varias semanas confinada. Casi la mitad de las personas fallecidas en accidente de tráfico en zonas urbanas eran peatones, y suponen más del 11% del total de víctimas mortales registradas en carretera; cerca del 80% de las mujeres que perdieron la vida en siniestros viales en ciudad iban a pie. En la provincia, hubo cuatro atropelllos de ciclistas, ninguno mortal.
Además, en la provincia hubo el año pasado 1.510 atropellos de animales: mil de jabalíes, y el resto, corzos.
Por razones de salud o por prescripción médica, las personas de edad avanzada realizan más desplazamientos a pie; ello conlleva mayor riesgo de atropellos, y a eso se suma su mayor vulnerabilidad física frente al impacto con un vehículo. Incluso hay razones sociales como dormir la siesta y pasear cuando anochece; ese paseo con poca luz en los meses invernales aumenta el riesgo; la clásica vestimenta oscura y sin hacer uso de chalecos reflectantes puede resultar letal. Todos vamos con la edad perdiendo nuestras facultades visuales y auditivas: en el caso de mayores son habituales los despistes: no caminar en el arcén por el lado adecuado, no fijarse en los semáforos, cruzar en diagonal o fuera de los pasos de cebra…
Atropellos en la ciudad en un franja mayoritariamente entre 45 y 55 años; y, peligrosamente, aumento entre menores de edad, cinco jóvenes entre 4 y 16 años, cerca de sus centros escolares.
Las infracciones son muy habituales ya sea en peatones como en conductores. Destacan: el poco o nulo respeto a los semáforos o pasos de peatones; velocidad inadecuada de los vehículos; las distracciones, como ir mirando el móvil; y que los peatones no usen elementos reflectantes cuando caminan fuera de la ciudad. Una sociedad estresada, a ritmo frenético, que no va con el pensamiento centrado en lo que debe, puede ser el detonante de un siniestro vial en cualquier momento.
Los datos de la Policía Local de Ourense atribuyen un 30% de los casos a que los viandantes cruzaron en rojo o fuera de los pasos de cebra. El 70% restante obedece a conductores temerarios al maniobrar o no dejar cruzar.
La medida más importante que se debe tomar es pacificar el tráfico: reducir la velocidad de atropello sería la gran mejora que traería esta pacificación, además de mejorar la seguridad. El diseño de los espacios públicos combinado con un límite de velocidad a 30 km/h serían los pilares; la accesibilidad de nuestras calles y los itinerarios seguros también aumentarían nuestra seguridad; y desde este año, 2022, se generalizarán los sistemas de frenado autónomo, que serán obligatorios. A eso se suma la iluminación de los cruces para reducir la accidentalidad, los pasos de cebra elevados (badenes) o situar correctamente el mobiliario urbano para que no reste visibilidad. Todo esto, además, es ideal para el medio ambiente: reducción de la contaminación atmosférica, de la contaminación acústica… Hay que pensar en las ciudades al servicio de los peatones.
Ourense carece de un plan de movilidad, que aunque ya está redactado, no se aplica.
En Ourense, ciudad y provincia, va a cuajar una alianza de varios centros educativos que ya trabajan desde la transversalidad en la educación vial y en hábitos de vida saludable. Planes Proxecta de la Xunta, y asignaturas de libre configuración, como Movilidad Sostenible y Segura mejorarán la situación.
Nos encaminamos a lo que se llaman «zombis tecnológicos», colgados todo el día del teléfono, con la mente en otras cosas, sin prestar la mínima atención: invadimos la calzada, cruzamos sin fijarnos, caminamos a toda prisa. Albert Einstein ya advertía: «Temo el día en el que la tecnología sobrepase nuestra humanidad. El mundo solo tendrá una generación de idiotas».
A través de señales en las calles, Suecia adoptó medidas para los peatones tecnológicos.
Nos vamos acercando hacia el 2040, cuando dejarán de fabricarse los coches de diésel y de alta contaminación. Estamos ya en la era de híbridos y eléctricos, tan amables con el medio ambiente, por sus bajas emisiones de dióxido de carbono (CO2) y la baja contaminación acústica, pero se constatan sustos por su silencio. Habrá que darle tiempo a esta sociedad para hacerse a lo que tarde o temprano será una realidad.
Las grandes avenidas de la ciudad, coincidentes con la circulación a velocidad máxima permitida (no son calles a 30 km/h) son los lugares donde se producen más siniestros: en el 2021 hubo cuatro atropellos en las avenidas de Portugal, Buenos Aires y La Habana, además de en la calle Ervedelo; tres se produjeron en Nuestra Señora de la Saínza; y dos en la calle Francisco de Moure y en la avenida de Otero Pedrayo.
«Todavía se me cae una lagrimilla cuando recuerdo el parque de educación vial que teníamos en Expourense»
David Llorente es el responsable de la Dirección General de Tráfico (DGT) en Ourense desde el 2010. Acudió a dar una charla con Sinda Aguiar, que es la coordinadora provincial de Educación Vial.

Sinda Aguiar y David Llorente, en el centro de la imagen, durante la entrevista.
—¿Qué es el proyecto Stars?
—Es un proyecto europeo que significa Acreditación y Reconocimiento de Desplazamientos Sostenibles al Colegio, orientado a generar un cambio en las pautas de movilidad del alumnado promoviendo desplazamientos seguros.
—¿A quién va dirigido?
—Al todo el alumnado no universitario, desde los 6 hasta los 18 años, de todos los colegios de España.
—¿Qué objetivos tiene?
—Los objetivos fundamentales son cuatro: fomentar la autonomía de la infancia en la ciudad; y promover el compromiso de la juventud con nuestros espacios públicos, con estilos de vida saludables y con la movilidad activa (ir en bicicleta o a pie) y la sostenible (en bus). Queremos conseguir un cambio, disminuir los desplazamientos motorizados.
—¿Qué colegios de nuestra provincia participan?
—Actualmente contamos con la participación del colegio María Inmaculada de Verín, y en Ourense ciudad tenemos el Cardenal Cisneros, y vosotros. Hay otros muchos centros educativos que trabajan en el Plan Proxecta de la Xunta de Galicia Mobilidade Sostible e Segura, y el colegio Cardenal Cisneros ha promovido un programa de educación vial llamado «Ourense educa e involucra».
—¿En qué consisten las acreditaciones del programa Stars?
—Se evalúan las actividades de un centro y según sean estas, se pueden conseguir tres tipos de calificaciones: oro, plata o bronce. En la última edición, Franciscanas consiguió dos premios de la categoría plata.
—¿Es necesaria una asignatura de educación vial?
—Debería haber una transversalidad, por ejemplo ser parte de otras como Educación Física o Vida Saludable; tenemos una asignatura de libre configuración para 2.º de ESO llamada Movilidad Sostenible y Segura, que se imparte en el María Inmaculada de Verín y en otro centro educativo de Ferrol.
—¿La ciudad de Ourense es un lugar seguro para acudir al colegio caminando o en bicicleta?
—No, no es segura al 100%. Es cierto que con la entrada de la norma del 11 de mayo de 2021 (Ciudades a 30 km/h), coincidencia o no, el año pasado no hubo apenas atropellos. En cuanto a la bicicleta, hay que construir carriles-bici por la orografía de la ciudad, y potenciar el empleo de las bicicletas eléctricas. Sería muy conveniente que bajaran su precio para llegar cada vez más a mayor población. Además, es muy importante implementar el llamado «Camino Escolar»: en lo posible ir andando o en bici al cole; y sobre todo que vuelvan a poner y a funcionar los parques de educación vial para niños y jóvenes como el que había en Expourense antes de la construcción de la pista indoor de atletismo.
—¿Cómo se podrían combatir los hábitos de sedentarismo de muchos jóvenes?
—Animándolos a venir al colegio en bicicleta, monopatín, patines, caminando…
Benito Bouzada: «Hay que pacificar el tráfico»
Beni Bouzada lleva ya 31 años de servicio en la Guardia Civil, 29 de ellos como motorista. Es una persona muy reconocida en la ciudad de Ourense por su incansable quehacer en seguridad vial, ya que es el delegado para Ourense de la Federación Estatal de Técnicos de Educación y Seguridad Vial (Fetevi).

Benito Bouzada, Beni, utiliza elementos del juego para explicar conceptos básicos de educación vial a los escolares.
—En la charla de la UNED, habló de la biblia del buen peatón (si existiese), ¿Cuál sería el primer mandamiento?
—En carretera, lo primordial es hacerse ver, por la seguridad de todos y todas; y también que seamos responsables, sobre todo en las vias urbanas, en nuestra ciudad; se cometen muchas imprudencias, tanto de conductor como de peatón.
—¿Qué dispositivos luminosos establece el reglamento de circulación para hacerse ver?
—Se podría llevar una linterna, pero el alcance y tamaño de la misma no es la mejor solución; chalecos homologados, en color naranja o amarillo es el dispositivo ideal, con un alcance de visibilidad de 150 metros.
—En pueblos y villas, ¿Qué opina sobre esas prácticas de salir a dar un paseo cuando cae la tarde, o incluso en verano bien entrada la noche?
—Es una práctica demasiado común y demasiado dañina, habitual en personas mayores; un mal hábito que tenemos que mejorar. Hay que salir antes, con horas de sol o claridad y llevar ropa clara, además de los dispositivos de los que hablé antes, sobre todo en las vías interurbanas.
—¿Cómo ve Ourense en cuanto a pasos de peatones? ¿Hay los suficientes? ¿Están bien conservados? ¿Están bien situados? ¿Hay obstáculos (contenedores de basura) cerca de ellos?
—Ourense como ciudad tendría que cambiar muchos pasos peatonales y tomar medidas, como instalar muchos pasos elevadores (badenes), que cuestan unos 3.000 euros. Una parroquia muy cercana, Seixalbo, es modelo en esta implantación y ha reducido la siniestralidad. Calculo que serían necesarios unos 300 pasos elevados; Pontevedra, que es el espejo en dónde mirarse, tiene muchísimos. En cuanto a los obstáculos, son muchos los que tenemos cerca de un paso de peatones, sobre todo contenedores, con lo cual se aumentan los riesgos al reducirse la visibilidad. Vivimos en una ciudad que prioriza al vehículo sobre el peatón, y debería ser al revés.
—¿Qué índice de atropellos hubo en los últimos años? ¿A qué se debieron? ¿Qué influye en un atropello: distracción, velocidad excesiva, edad en el caso de peatones (o de conductores)?…
—En Galicia tuvimos desgraciadamente 12 fallecidos el pasado año 2021, ninguno de ellos en nuestra ciudad, con todo el drama familiar, social y personal que conllevan estos siniestros. Influye el día a día en quien conduce porque va preocupado, pensando en otras cosas, y las distracciones se pagan; y los peatones porque se creen con la prioridad al cruzar, porque no tienen paciencia, y porque además hoy van pendientes de los móviles y no prestan la suficiente atención.
—¿Qué opinión tiene de los móviles por la calle? ¿Conoce usted el término “zombi tecnológico”?
—Albert Einstein era ya un visionario en este tema: “Temo el día en el que la tecnología sobrepase nuestra humanidad. El mundo solo tendrá una generación de idiotas”.
—¿Qué significa pacificar el tráfico? ¿Cómo se puede implementar en Ourense?
—Consiste en reducir la velocidad en nuestra ciudad, consiguiendo que sea más segura (tal como apuntó la COP de París del año 2015). Nuestras calles, con reducción de velocidad a 30 km/h traería consigo una movilidad más económica y limpia que reduce la contaminación atmosférica, y la contaminación acústica.
—¿Cree necesaria una asignatura de educación vial?
—Opino que más que una asignatura, serían actividades trasversales que se introducen en los colegios con actividades muy diversa y adaptadas a las diferentes edades. Debemos quitar los automóviles de las entradas de los centros; y fomentar el uso de la bicicleta, construyendo carriles-bici. En Ourense tenemos, desgraciadamente, poca cultura del uso de la bicicleta.
—¿Qué opina sobre los programas de educación vial?
—Todo programa de educación vial suma; ayudan a prevenir, a educar y nos mejoran como ciudadanos. Los centros educativos deben incluso establecer alianzas para ganar fuerza y conseguir logros. Por ejemplo, el programa Ourense educa e involucra se creó en el 2016 con la participación del colegio Cardenal Cisneros: de una manera diferente, pedagógica, participativa y divertida proporciona conocimientos necesarios en educación vial.
«El peatón siempre ha de adecuar sus trayectos e itinerarios a la señalización»
La adopción de las medidas preventivas que cada uno de los usuarios de la vía, especialmente peatones (por su vulnerabilidad) es la única forma de tomar las decisiones más adecuadas y seguras en cualquier momento, evitando así atropellos y otro tipo de accidentes minimizando a su vez posibles daños. Es la primera norma en seguridad vial junto a la del deber y obligación de prestar la debida atención a las normas de circulación. Lo dice María Barrera Aldemira, intendente-jefe de la Policía Local de Ourense, con 18 años de servicio.
Sobre los dispositivos luminosos, cree Barrera que en ciudad se deben usar chalecos reflectantes si se circula en VPM (patinetes). Si es en bicicleta, lo propio son luces delanteras y traseras, además de un catadióptrico reflectante; fuera de la ciudad hay que añadir el chaleco en bici y evidentemente para peatones (u otro elemento reflectante) cuando deambulen por la calzada o arcén.
Alerta sobre el riesgo de pasear de noche, no si es «por lugares adecuados y sin tráfico», pero se complica si la opción es la calzada o el arcén, donde además de hacerlo con elementos reflectantes, se deberían adecuar los trayectos a una necesidad concreta para evitar riesgos innecesarios y planificar esa salida del día.
La intendente-jefe de la Policía Local no cree que sea un problema el número de pasos de peatones que hay, y entiende que la cuestión radica en que se usen adecuadamente, porque a veces «la comodidad de no caminar un poco más para cruzar por uno de ellos, pone en riesgo su seguridad cruzando en lugares no habilitados». El peatón siempre ha de adecuar sus trayectos e itinerarios a la señalización específica habilitada para ellos y en los que siempre tienen preferencia frente a los vehículos a motor.
Recuerda la técnica que los pasos de peatones «no se ubican a capricho, sino respondiendo a criterios de seguridad, necesidad e idoneidad», y de hecho requieren de un estudio técnico previo en los que se analizan diversos parámetros en materia de tráfico (intensidad de tráfico, características de la vía, intersecciones, flujo peatonal existente, existencia de polos de atracción como diversidad de colegios, locales, comercios, supermercados, parques, instituciones, centros de salus…). Para ella, si bien es cierto que la conservación depende mucho de factores ambientales y del desgaste del propio uso, durante todo el año se realizan estudios de campo para la revisión de su estado y conservación a fin de llevar a cabo labores de mantenimiento e incluso reforzando las señales ya existentes y detectando periódicamente la posible detección de obstáculos en la inmediatez de los pasos peatonales, de ser el caso, se trata de solucionarlo lo antes posible. No obstante la ubicación de los pasos se lleva a cabo en lugares de la vía en la que no existan obstáculos que resten visibilidad, tanto al peatón como para al conductor (contenedores de residuos, árboles, cartelería, etc…)
Atropellos en Ourense
Respecto a años anteriores se observa un descenso en los mismos, ello sin tener en cuenta los datos del año 2020 (confinamiento); evidentemente los datos del año 2021 respecto al anterior han aumentado las estadísticas, obviamente por la drástica reducción del tráfico en las calles.
Señala que las causas se debieron principalmente a distracciones o negligencias, tanto por parte de conductores como los peatones (estos últimos por cruzar fuera de los pasos habilitados o por no respetar los semáforos en rojo). Pueden influír en los conductores principalmente faltas de atención y distracciones al volante (utilización de dispositivos móviles, consumo de substancias no permitidas durante la conducción, condiciones psicofísicas, no respeto señal semafórica o de la prioridad del peatón (vertical y horizontal) en pasos no semaforizados, etc…
María Barrera indica que no se observan en los atestados instruidos, por regla general, como causa de atropellos en esta ciudad, los excesos de velocidad. Además de las distracciones, influyen también factores de visibilidad: escasa iluminación natural o artificial (de noche) así como también las inclemencias meteorológicas adversas (fundamentalmente en meses de otoño/invierno con menos horas de luz). La edad de los peatones también es un factor que influye por cuanto a mayor edad más problemas de movilidad y reflejos pero también es más fácil distraerse y que, en ocasiones, no se lleguen a respetar las normas generales de circulación.
Es básico asimismo el buen estado del mantenimiento de las vías de circulación: calzada y aceras, es decir, del factor vía, ya que es uno de los tres que influyen en la producción de accidentes, junto al factor humano y el factor vehículo.
Pacificar el tráfico
Para ella consiste en cambiar el sistema de movilidad donde el peatón cobre protagonismo, conviviendo en armonía con el resto de usuarios de la vía (vehículos), y generando entornos más tranquilos sin obviar otras necesidades de movilidad de la ciudadanía en general.
Cree que se podría implementar a través de un plan integral y multidisciplinar en el que se analice y estudie la miovilidad en general y en toda su extensión: transporte público urbano, transporte privado, escolar, peatonal, estacionamientos y resrvas de espacios, transporte colectivos de viajeros (área metropolitana e interurbana), sin obviar que todo ello ha de culminar en conseguir una ciudad segura que equilibre el cumplimiento y cobertura de las necesidades de movilidad toda población, vecinos y colectivos profesionales, contemplando y auxiliándonos, entre otros objetivos, al introducir las nuevas tecnologías en la gestión de la movilidad.
Educación vial
En su opinión debería haber una asignatura de educación vial que nos acerca la modelo de movilidad sotenible y segura, adecuando nuestra predisposición a actuar hacia el respeto hacia los demás, a laempatía en definitiva y hábitos de vida saludable y adecuados, además de ayudarnos a entender qué significa en toda su extensión la seguridad vial para los escolares, que ya son peatones y futuros conductoras.
Datos
Indica que en la actualidad la plantilla de la Policía Local en Ourense está conformada por 102 funcionarios policiales (en todas las escalas). «Esperamos en breve la incorporación de 16 agentes más, hasta totalizar 118», añadió.
En cuanto a semáforos, «entre báculos y columnas semafóricas existen cerca de 600 (cada uno de ellos con sus corespondientes luminarias: verde, rojo, ámbar)». Los tiempos se encuentran adecuados a los flujos de peatones y vehículos a través de un estudio de cada cruce. Todos los pasos semafóricos se encuentran ubicados y programados de acuerdo a análisis técnicos de tráfico urbano, tomando como base determinados ciclos temporales, fases (verde, rojo ámbar) y repartos de tiempo para vehículos y peatones, teniendo en cuenta las diferentes rutas de circulación; además de otros parámetros: número de carriles, sentidos circulatorios, intersecciones…
«Claro que los medicamentos influyen en la conducción»
Carmen Salpurido, auxiliar de farmacia, que trabaja en la Farmacia Sara González, en la calle Celso Emilio Ferreiro esquina Cardenal Quevedo, explica la relación entre medicamentos y conducción. Para empezar, apunta que casi nadie, al leer los prospectos de los medicamentos, se fija en ese pictograma que avisa sobre los efectos que tienen en la conducción.
Calcula que sobre el 25% de los fármacos que se consumen habitualmente, autorizados por la AEMPS (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios), puede afectar a la conducción de alguna forma, provocando una reducción de los reflejos al volante o un aumento del tiempo de reacción alteración en la percepción de las distancias, hiperactividad, alteraciones oftalmológicas o auditivas, estado de confusión y aturdimiento, somnolencia o efecto sedante… alterando las condiciones normales, pero no sólo de quien conduce un vehículo, sino también de viandantes.
Señala además que todos estos medicamentos se despachan con prescripción médica, y apela a la responsabilidad de cada quien para sentarse al volante. No necesariamente hay que estar enfermo o sentirse mal: recuerda que jarabes con codeína son estimulantes, o que hacía épocas que medicamentos que ya no se fabrican, como la Centramina, se mezclaban con cola, y animaban peligrosamente esas noches de marcha, con efectos psicóticos debido a su composición química; hay otros, como Beroccabosch que ayudan a estar despiertos…
Está de acuerdo con estas afirmaciones de la propia DGT:
- La mayoría de conductores no son conscientes de los efectos de estos fármacos.
- “La información del prescriptor del medicamento y del profesional de farmacia es fundamental”.
- Consumir medicamentos puede generar el 5% de los siniestros.
- Somos una sociedad que se automedica, y eso es un gran peligro (se calcula en un 30%).
- Quedarse dormido al volante supone un 20% de los siniestros.
- Recibir información sobre los efectos de un determinado medicamento en la conducción reduce un 45% la tasa anual de accidentes por cada 1.000 pacientes.
«Todo usuario de la vía pública puede ser una víctima»
Carlos Moure Castro, ourensano de 64 años, lleva subido en una bicicleta desde que tiene uso de razón. Integrante del histórico Club Ciclista Orensano, que puso en marcha Ramón Carballo Sabuz, regentó la tienda abierta en 1986 que ahora dirige su hijo, Ciclos Moure, que tiene como lema «La bici te da vida, úsala». Hace siete años creó la Fundación ADO Moure (Actividades Deportivas de Ourense). Y lleva ya muchísimos años organizando el Día da Bici, en la que participan miles de ciudadanos.

Carlos Moure, durante un momento de la entrevista, mostrando una de las cámaras que suelen llevar los ciclistas para grabar infracciones.
Es un ferviente defensor de la educación, sobre todo en las calles y en las carreteras; por eso lucha contra la desprotección que los usuarios de la bicicleta sufren. Su fundación actúa a nivel nacional y fueron los pioneros de las denuncias en adelantamientos irregulares a ciclistas y de otras infracciones que se producen, a través de cámaras que ciclistas sitúan en cascos y bicicletas. «La tecnología nos ayuda, ya que graba el hecho que se denuncia», dice. Se cuentan en más de 1.000 las denuncias que se han realizado.
Hablar con Carlos Moure de bicicletas se hace muy fácil; educa desde la palabra y sabe bien lo que dice. Señala que con la pandemia «ha eclosionado la bicicleta»; ha aumentado tanto su uso, que hasta desde las fábricas tienen problemas para surtir a los usuarios. Y ese aumento de ciclismo lo considera muy positivo, pero también genera más peligro en la circulación. La bicicleta es para él un hábito muy saludable, sin apenas contaminación, ni siquiera acústica; pero donde los usuarios también deben conocer y respetar las normas de circulación.
Carlos conoce que Ecovigilantes tiene un grupo de Cicloturismo llamado «Dale al pedal, chaval», al que aconseja y enseña normas básicas, cómo circular, si es en grupo, en columna de a dos, y en la medida de lo posible por el arcén, si es transitable, para ocupar lo menos posible la calzada cuando se haga solo, y en aquellas vías que lo tengan. Por ejemplo, la carretera de Castrelo de Miño no tiene arcén, pero sí una señalización que prioriza el uso de la carretera por el ciclista.
La distancia de adelantamiento de un vehículo a una bicicleta debe ser 1,5 m. El pasado año 2021 hubo en Ourense algún atropello, afortunadamente sin fallecidos; generalmente el atropellado es varón, y suele acontecer a las afueras (muchas veces es en grupos de aficionados que disfrutan la mañana de un fin de semana rodando kilómetros por la provincia).
Acerca del casco, Moure recalca su uso obligatorio en la ciudad para menores de 17 años, siendo muy recomendable llevar luz blanca delantera y roja trasera, así como elementos reflectantes (adelanta que el próximo 21 de marzo estará en funcionamiento la nueva ley que impide ir a los menores con bici o patinete por la acera). Para él, el reglamento está para cumplirse, no solo conductores y explica que sabe de «multas impuestas por la Guardia Civil a ciclistas, por no señalizar, velocidad excesiva, saltarse un semáforo…».
«Es difícil ser peatón en Ourense»
María Elisa Abad es profesora del CPR Cardenal Cisneros, histórico y muy querido colegio de Ourense (56 años de historia lo contemplan). Ella imparte Plástica y Matemáticas… pero sobre todo es conocida por impulsar junto con otros compañeros el proyecto de educación vial llamado Ourense educa e involucra.
Marila Abad explica que el alumnado de su colegio, con unas 15 nacionalidades que estimulan y enriquecen, analizan de una forma muy divertida y multidisciplinar las conductas y los hábitos de comportamiento tanto de peatones, ciclistas y conductores en nuestra enmarañada y a veces caótica ciudad. Ella es partidaria de establecer una alianza fuerte en educación vial con otros centros (el Franciscanas de Ourense o el María Inmaculada de Verín) siendo promotores y participantes en el Programa Stars España y educando además fuera de las aulas. Con Ourense educa e involucra se trabajan valores que engloban el trabajo en equipo, el respeto a los compañeros, la tolerancia, la integración o la autonomía para formar jóvenes preparados para el mundo con honestidad.
Explica que su centro educativo han colaborado con STOP Accidentes y ahora con Atesugal-Fetevi, para paliar los problemas su centro tiene a diario, ya que está situado en la calle Emilia Pardo Bazán, un vial rápido por estar en bajada, con escasas plazas de aparcamiento, con mucho alumnado y familias: «Trabajamos —dice— buscando un modelo más seguro de ciudad, una ciudad para niños».
Sobre las actividades que han realizado, destaca «la recogida de datos dentro de las aulas, la toma de datos a pie de calle, así como la concienciación, ya que de vuelta a las clases se consensúan los datos y hacemos una valoración». También han visionado el documental Mil sorrisos e un perdón, y compartieron un decálogo de buenas prácticas. Elisa Abad siempre tiene en mente «una frase de Benjamin Franklin, el inventor y político de Estados Unidos, que decía ‘dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo’».
«Verín es un lugar magnífico para caminar seguro»
GONZALO SÁNCHEZ BUSÓNS
Emilio Morillo es el inspector en la Policía Local de Verín. Con más de treinta años de servicio conoce como la palma de su mano los entresijos del tráfico en la villa del Támega. Desde que en 1896 en la ciudad de Londres tuvo lugar el primer atropello mortal, el de la joven Bridget Driscoll, el atropello de personas en la calles casi ha dejado de ser noticia. La OMS daba cifras en el año 2000 de 1,25 millones de personas fallecidas por atropello.
—¿Qué siniestralidad tiene Verín a día de hoy?
—Pues hay que reconocer que en los dos últimos años ha mejorado enormemente en cuanto a las cifras [por la pandemia y los confinamientos]. En el 2021 se registraron siete atropellos: cuatro de peatones, tres de ciclistas, y además uno que tuvo por protagonista a un perro…
—¿Y por la noche?
—No es competencia nuestra, sino de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Somos muy poco, tenemos nueve personas en la jefatura tienen que cubrir cualquier eventualidad que se produzca, no solo a lo que tráfico se refiere.
—¿En los atropellos, hasta qué punto son responsables los peatones?
—El peatón tiene que hacerse ver, o bien con ropas claras o bien con chalecos reflectantes, de vivos colores, que estén homologados. Verín es un lugar magnífico para caminar seguro. Ocurre que muchas de las parroquias que nos rodean no tienen aceras, y los peatones deben circular por la calzada, y deberían hacerlo por la izquierda, y en fila de a uno cuando no se vaya solo. Tintores, Vilela, Pazos… son las parroquias más cercanas; otras como Tamagos o Tamaguelos o Queizás ya están más alejadas, unidas por vías interurbanas que ya no son competencia de la Policía Local. Las horas de paseo después de la siesta, o a primeras horas de la mañana o al caer la tarde, pueden propiciar accidentes y atropellos, pero hay muchas zonas seguras en Verín para pasear sin riesgos.
—¿Se aplica la norma de los 30 kilómetros por hora en el casco urbano?
—Sabemos que desde el 11 de mayo del 2021 ha entrado en vigor en toda España los nuevos límites de velocidad para vías urbanas y travesías, pero aquí en Verín no hay señalización de límite 30 pintada en la calzada. Los puntos conflictivos son las intersecciones; contamos con cuatro grupos semafóricos, con los tiempos de paso para vehículos y peatones bien ajustados para que no se desesperen ni los unos ni los otros. Ciertamente contamos con pasos de cebra que actualmente se encuentran deteriorados (algún bache) o con falta de pintura y conservación, pero sería competencia municipal según las partidas presupuestarias.
—¿Está a favor de los pasos de peatones elevados?
—No soy muy partidario por dos razones: una, su alto coste (un mínimo de 3000 euros según anchura del vial), y fundamentalmente porque Verín cuenta con un hospital comarcal y son numerosas las ambulancias que diariamente se desplazan hasta allí. Sí creo que la llave maestra para reducir siniestros es la reducción de la velocidad y hacer de Verín una villa amable para sus habitantes y quienes nos visitan. Creo que la finalización de las obras del AVE, y la prohibición a los camiones de estacionar en todo el casco urbano han aliviado mucho el tráfico pesado en la travesía.
—¿Qué opinión tiene sobre los sistemas ADAS (sistemas avanzados de asistencia a la conducción)?
—Para mí representan el futuro. Detectan a los peatones y tienen freno autónomo, detección o avisador de ángulos muertos. En jefatura disponemos de un nuevo vehículo, híbrido, silencioso, que podría suponer peligro para la gente mayor, principalmente, con dificultades auditivas, al igual que los semáforos silenciosos, que podrían dar lugar a atropellos. Es cuestión de tiempo el ir familiarizándonos con la tecnología de vanguardia.
Aprender es un juego
Un total de 24 colegios de Galicia, entre ellos el Franciscanas de Ourense, participan en el Plan Proxecta Recíclate con Sogama, que por segundo año consecutivo además de pensar en las 3Erres, lo ha hecho en la educación vial.
Ecovigilantes de Franciscanas salen a la calle todas las semanas, ataviados con los chalecos amarillos (homologados) del Programa Stars España para aprender a la vez que hacen un servicio al medioambiente: practican hábitos de vida saludable, limpian colillas, recogen plásticos, hacen plantaciones de árboles, salen en bicicleta, acuden a charlas informativas (sobre energías renovables, apicultura, mascotas, ornitología, astronomía…), participan en talleres, van de limpieza al monte, colaboran en la prevención de incendios forestales, hacen deporte, reúnen pilas usadas para su reciclaje, participan en campañas de tapones solidarios…
Con Sogama hacen el Tour de las 3 Erres, un juego para formar escolares en valores ambientales en el que el elemento fundamental es la bicicleta. Esa bicicleta circula sobre un tablero en el que se simula una carrera, debiendo los participantes hacer frente a diversos desafíos ambientales. Una forma de competir limpia y honesta, llena de cooperación y solidaridad, convenciendo y argumentando.
Cada casilla está conformada por cinco contenidos genéricos: Sprint (que versa sobre los tres erres y la separación de residuos en origen); Contrarreloj (sobre espacios naturales); Meta volante (consejo ambiental que incluye la identificación de un animal o personaje que debe interpretar uno de los jugadores y adivinar el resto); GPS (actividad interactiva que debe ser completada en un teléfono móvil o Tablet, accediendo a través de este enlace.
Antes de empezar la carrera, los capitanes de cada equipo deben leer el manifiesto, y en él dejan constancia de sus compromisos: pedalear con cabeza y corazón de forma conjunta y respetando el espacio y esfuerzo del equipo rival; saber que el camino es tan importante como la meta final; que las mejores etapas son las compartidas; y que todos los caminos transforman a quienes los recorren, de ahí la importancia de aplicar en la vida lo aprendido en la competición.
El compromiso con las tres erres (Reducir, Reutilizar y Reciclar) constituye el mayor aprendizaje: juntos, pedalada a pedalada, por un futuro sostenible.