- Elvira Castro Otero (Lengua Castellana)
- María del Pilar Vázquez Febrero (Matemáticas)
- David del Río Entonado (Lengua Castellana)
El mundo y concretamente Europa, se enfrenta a una gran crisis energética. Dependemos de países que en el momento actual están sufriendo un grave conflicto. La invasión rusa a Ucrania ha agravado un problema que ya la pandemia nos había puesto encima de la mesa: los problemas que genera la dependencia económica entre los diferentes países. Hablando en concreto de la energía, el hecho de que Rusia sea uno de los principales suministradores de gas al resto de Europa influye mucho en las decisiones que el resto de países puedan tomar con respecto a esta guerra. Por eso es importante destacar el valor de las energías renovables. Galicia es una de las mayores productoras de estas en España. En 2020, tres cuartas partes de la energía producida procedía de renovables. Esto equivale a 18,56 millones de megavatios.
Galicia cuenta con 180 parques eólicos hábiles y 45 centrales hidráulicas que están presentes en multitud de ayuntamientos, aunque no todos ellos están funcionando las 24 horas del día
El ingeniero químico especialista en energías renovable Carlos Vales explica los aspectos más importantes sobre estas: «Hay varios tipos de energías renovables, y podemos destacar la energía eólica, la solar o fotovoltaica, la mareomotriz y la hidráulica. Las que más abundan en Galicia son la hidráulica , la solar y la eólica. Cada una tiene diferentes ventajas, inconvenientes y costes».
Energía solar
En Galicia, la energía solar produce un equivalente a 1.300-1.400 kilovatios/año. Pueden darse variaciones en los valores entre el día y la noche, entre las estaciones (valores más altos en verano que en invierno) y dependiendo de las diferentes condiciones de la atmósfera, si está nublado o despejado. De día, deben orientarse hacia el sol, de este hacia oeste, y a lo largo del año debe variarse la inclinación: más verticales en invierno y más planas en verano.
En cuanto a sus ventajas, es una fuente de energía con resultados muy predecibles.
En cuanto a los costes, unas placas fotovoltaicas pequeñas, para colocar en una casa particular, cuestan aproximadamente 1200 €/kW. Unas placas fotovoltaicas grandes, para huertos solares, tienen un coste de 800 €/MW aproximadamente.
Energía eólica
La energía eólica no es un recurso predecible, ya que no podemos controlar la velocidad del viento. En Galicia, de media, funciona por año de 3.000 a 3.500 horas. Puede ser tanto terrestre como marina. La terrestre (onshore) se sitúa encima de los montes o en los puertos, lugares donde corre la brisa marina. La marina (offshore) la encontramos en medio del mar. Se usan jackets para aguas poco profundas, a menos de 50 metros de profundidad. En aguas muy profundas los molinos tienen que estar a más de un kilómetro de la costa en plataformas triangulares flotantes amarradas con cables al fondo del mar. Los costes de la eólica moderna (de 6 a 8 megavatios por molino) pueden llegar a costar de 700.000 a 800.000 euros por MW. Lógicamente, Galicia es más propicia para la energía eólica que para la fotovoltaica.

Imagen de las instalaciones eléctricas de una minicentral hidráulica
Energía hidráulica
La energía hidráulica es la más antigua de Galicia. Se da por el movimiento descendente de agua en ríos y cascadas. El agua de un río se desvía del cauce o desde un embalse y baja por un tubo en posición vertical o inclinado hasta el punto más bajo posible. El agua, en el punto más bajo, por la gravedad, hace mover unas aspas.
Es la energía que menos coste tiene, tanto de instalación como de operación, pero invade el cauce natural de los ríos, por lo que afecta a la naturaleza. Nunca puede usarse más agua y siempre hay que dejar el agua en el río, que es lo que se llama caudal ecológico. La variación de la energía generada depende de si hay un embalse o no, y también depende de la pluviosidad y de la estacionalidad. En Galicia llueve aproximadamente 1.700 mililitros por metro cuadrado de agua al año.

Las centrales hidroeléctricas del Mandeo-Zarzo
Galicia cuenta con 38 grandes centrales hidráulicas y 121 minicentrales. Siete de las grandes centrales se encuentran en la provincia de A Coruña, donde se localizan también 38 minicentrales. Algunas de ellas se concentran alrededor del río Mandeo, como la central minihidráulica A Castellana y la de Salto de Gomil.
En este reportaje hablaremos de la central hidroeléctrica del Mandeo-Zarzo, que visitamos el pasado 15 de febrero. Está situada en Paderne y fue puesta en marcha en 1994. Actualmente está gestionada por Endesa.

Ángel Arias, encargado en Endesa para el noroeste.
Recibe agua de dos ríos: el Mandeo y el Zarzo, el primero algo más caudaloso (17,5 m3/s) que el segundo (2 m3/s). Se trata de una central de tipo fluyente, es decir, que no puede almacenar grandes cantidades de agua en la balsa. La central produce una energía renovable de unos 62 GW/h. Ángel Arias Travieso, encargado de Endesa para el Noroeste, afirma que esta energía «sería suficiente para abastecer a cerca de 30 000 viviendas al año».

El agua cae desde la balsa hacia las turbinas con la máxima inclinación posible
El proceso para generar energía comienza con el descenso del agua desde una laguna artificial, denominada balsa, desde la cual el agua cae por unos canales hasta llegar a la central. Estos canales, los cuales miden 7,5 y 2 kilómetros, tienen una capacidad de 16.000 a 20.000 litros por segundo. Una vez en la central, el agua se mete en la turbina de forma controlada.
Existe una válvula principal que le aporta seguridad a la central y que controla el paso del agua. Esta válvula no controla el caudal, pero sirve para cerrar y abrir por si hay algún problema en la central. Si se da la situación de que surja una avería, hay un protocolo que consiste en cerrar dicha válvula, y así el agua no transcurre por esta.
Con respecto al personal que trabaja en la central, se clasifica en distintas disciplinas: el de organización, el relativo a la seguridad y salud laboral y el del departamento de medio ambiente, generalmente en la rama técnica. Según el técnico, allí trabajan 6 personas, pero las mismas llevan además otras 4 centrales de la zona y durante la mañana nos encontramos a dos de ellas trabajando.
Cuenta con una sala de control en la que distintas pantallas permiten ver el funcionamiento de esta y los distintos problemas que pueden ocurrir. Esta sala está conectada con otra de Ponferrada en la que pueden ver exactamente lo mismo y desde donde pueden controlar su funcionamiento (y el de otras 30 centrales) durante las 24 horas del día.

La sala de control vigila el funcionamiento de todo el sistema
El anillo de exprimidor permite pasar el agua a la turbina que a su vez permite modificar la cantidad de agua que se transporta, haciendo que un eje comience a girar y mueva el alternador, el cual genera electricidad hacia el exterior.
Cuando se cambia el caudal del río por un paro puntual o cualquier otro motivo, «una alarma comienza a sonar para avisar a las personas que se encuentren por la zona para que tengan en cuenta la variación de caudal», explica Ángel Arias, quien ordenó detener las máquinas y para comprobar el sistema de alertas.
Haciendo referencia a la seguridad, Arias Travieso afirma que la central «no supone ningún riesgo para el medio ambiente, ya que se establecen diferentes tipos de medidas, como la regulación del caudal mínimo o el control de vertidos al río». También cuenta con un plan de emergencia que está aprobado por la Administración en caso de que haya alguna incidencia.
Comenta el técnico de la central que en 2019 hubo un cambio de compañía y con él una modernización de la central en 2021 para que no hubiera tantas incidencias. Concluye: «Las energías eólicas e hidráulicas son energías verdes. Eso significa que son renovables y que no contaminan. Los dos tipos son equiparables».
PARTICIPANTES
1.º ESO B
- LAURA BARALLOBRE PARDO
- INÉS BECERRA PENA
- SARA BOADO PÉREZ
- DAPHNE FIAÑO GÁNDARAS
- SOFÍA FONTELA CANCELO
- ELISA GALDÓN REY
- MIGUEL LUCES BORDÓN
- ANTÓN MOSCOSO VAAMONDE
- MAR RODRÍGUEZ VILLANUEVA
2.º ESO D
- ÁNGELA CASTRO DORRIO
- LARA FRAGA CARREIRA
- JULIA LÓPEZ FERNÁNDEZ
- ÁNXELA MANIGRASSO PÉREZ
- JULIA PENEDO FEIJÓO
- ALBA VÁZQUEZ VILARIÑO
- PAULA VIDAL CARRO
- NOELIA YÁÑEZ GÓMEZ
Marco Nicolli, ingeniero
«Un río siempre tiene un caudal, lo que permite tener cierta previsión de lo que se va a producir»
Marco Nicolli, ingeniero responsable del mantenimiento de las centrales hidroeléctricas de la empresa Tasga Renovables, S.L, atiende la entrevista vía telemática. Este grupo empresarial con sede en Galicia y actividad nacional e internacional se dedica al diseño, promoción, construcción y explotación de centrales de generación de energía eléctrica a partir de fuentes renovables. Dicha empresa consigue la concesión para la construcción y explotación del Salto de Gomil en el río Mandeo en el año 1998. Esta minicentral hidroeléctrica se sitúa a las afueras de la parroquia de Aranga.
—¿Cuál es su función en la central?
—Mi función es básicamente la de coordinar a los técnicos de mantenimiento que se encuentran de manera permanente en la central, gestionar suministros, proveedores y resolver los diversos problemas que puedan surgir.
—¿La central cuenta con trabajadores o está automatizada?
—En parte está automatizada, pero siempre hay una persona o, incluso, dos, igual que en el resto de centrales que tenemos por Galicia.
—¿La central puede suponer algún tipo de riesgo para el medio ambiente o para la gente de los alrededores?
—Claramente una central siempre supone un cambio para el medio ambiente. Comenzando desde la fase de obra y durante la fase la explotación. Pero nuestro deber y obligación es tomar las medidas necesarias para que no se produzca ningún tipo de riesgo.
—¿Qué tipo de problemas podrían surgir?
—Siempre se trata de que no pase nada, pero en las grandes presas (que no es el caso) uno de los problemas más grandes podría ser el derrumbe de la propia presa. En este caso el derrumbe de la presa no sería un cambio tan grande, ya que su altura y su capacidad son mucho más reducidas que cualquier presa de gran tamaño.
—¿Existe algún protocolo en caso de que haya algún problema?
—Sí. En este caso existen protocolos de actuación y coordinación con los agentes, Protección Civil, así como todas las partes interesadas.
—¿Los vecinos están informados de este supuesto protocolo?
—Desde el momento de construcción los vecinos están informados de este protocolo, pero en el caso de esta central no hay muchas edificaciones por los alrededores.
—¿Cuál es el coste del mantenimiento en la central? ¿Es rentable?
—No sabría concretar el coste de mantenimiento pero gran parte está formado por el coste de personal (técnicos e ingenieros). Si realizamos el balance económico global la explotación de la minicentral es rentable económicamente.
—¿Qué beneficios tiene producir energía mediante centrales hidroeléctricas?
—La energía hidroeléctrica es una energía renovable, no produce desperdicios, aparte de ser ecológica. Presenta como ventaja respecto a otro tipo de energías como pueda ser la eólica o la solar, que permite tomar decisiones respecto a cuándo producir. Un río siempre tiene un caudal, lo que permite tener cierta previsión de lo que se va a producir.
—¿Cuánta electricidad se genera? ¿Para qué se usa?
—De media esta central sustenta 10.000 viviendas al año.
—¿Cómo funciona?
—Aguas arriba del río se embalsa parte del agua formando una pequeña presa, denominada azud. A través de un canal secundario se deriva el agua a la central más próxima y ese canal está a una altura superior que la central haciéndola caer a cierta velocidad y así moviendo las turbinas. Estas turbinas están conectadas a un alternador eléctrico, produciendo la electricidad.
—¿Funciona todo el año o hay una época en la que para? ¿Afectan a los periodos de sequía como el de ahora?
—En general, la central permanece parada en la época de verano, normalmente desde junio hasta octubre o noviembre, estos años incluso diciembre. El motivo es que no hay suficiente caudal para turbinar.
Además, en cualquier época del año se toma como referencia una sonda de nivel situada en el azud que indica la altura del río. En función de ese dato se decide el nivel de apertura de las turbinas, regulando así el nivel de producción para siempre mantener el caudal mínimo ecológico. Así que si el invierno es seco puede que tengamos la minicentral parada durante un periodo de tiempo.
—¿Desde cuándo funciona?
—Su año de construcción fue el 2005.
—¿Normalmente hay problemas de funcionamiento en la central? ¿Están generados por su localización?
—Existen pequeñas averías, como en cualquier otra central, pero no hay graves problemas de funcionamiento. Para que no sucedan, hay que realizar un mantenimiento cuidadoso de la central.
Dado que se encuentra al lado del río, la humedad y las grandes variaciones térmicas producen problemas en todos los aparatos eléctricos.
—¿Opina usted que producen más beneficios las centrales hidroeléctricas que las eólicas?
—Tal y como indicaba antes, la ventaja de las centrales hidroeléctricas es que permiten un mayor control sobre la producción: cuándo producir y en qué momento hacerlo. El caudal de un río es más predecible que la cantidad de viento que va a haber. Pero ambos tipos de energías no deben competir, deben ser complementarias.
Luis Cea, profesor de la UDC: «Es difícil encontrar hoy sitios que sean rentables desde el punto ambiental, económico y técnico»
Luis Cea es profesor en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad de La Coruña. Además, trabaja en el laboratorio de Hidráulica del Citeec (Centro de Innovación Tecnolóxica en Edificación e Enxeñería Civil de la Universidade da Coruña).
—¿Qué estudió?
Estudié Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos, ahora conocida como Ingeniería Civil. Dentro del área de la ingeniería hidráulica, esta titulación nos habilita para proyectar y dimensionar obras e instalaciones hidráulicas, sistemas energéticos, aprovechamientos hidroeléctricos y planificación y gestión de recursos hidráulicos superficiales y subterráneos… Por tanto, analizamos y tomamos decisiones en relación a la ubicación de la central hidráulica, el dimensionamiento y diseño de las instalaciones, estudio de los costes de construcción…
—¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de la energía hidráulica?
—Ventajas, que se trata de una energía renovable basada en utilizar la energía de los ríos. Es una energía que gracias al ciclo del agua se renueva de forma natural; es una energía limpia, que produce muy pocos desechos y además, no produce gases de efecto invernadero como CO2. Eso es importante para el cambio climático. Es una energía que permite empezar a producir, parar e incluso se puede almacenar, cuando hay una presa. Esto permite decidir cuándo quieres producir o cuándo no. Las desventajas tienen que ver con el impacto que puede tener en los ríos: se puede romper la continuidad del río, la migración de especies y altera los caudales.
—¿Qué se tienen en cuenta para la ubicación de una central?
—Los aspectos a tener en cuenta principalmente son que tengamos mucho caudal y mucho desnivel. También tendremos que comprobar que sea viable técnicamente y rentable económicamente. Otro condicionante será que sea posible su construcción.
—¿Por qué se concentran tantas centrales en la zona del Mandeo?
—No se concentran solamente en el Mandeo, sino repartidas por toda Galicia. En el río Sil y el Miño es donde más centrales podemos encontrar, dado que son cuencas con bastante agua y bastante desnivel. Las ventajas de esta zona (río Mandeo) es que aunque se trata de una cuenca pequeña, cuenta con bastante desnivel.
—¿Galicia es apropiada debido a su meteorología para potenciar energías renovables como la hidráulica o la eólica?
—Sí para la hidráulica, porque en Galicia hay mucha lluvia y los ríos suelen llevar mucha agua. Por eso Galicia es una de las comunidades que más energía hidráulica produce. Y eólica porque tenemos muchos vientos.
—¿Cree que se va a incrementar el número de centrales hidroeléctricas?
—No, porque casi todo lo que es rentable ya está construido, y hoy en día medioambientalmente se es más estricto. Es difícil encontrar sitios donde el punto ambiental, económico y técnico sea rentable. Existen centrales reversibles que permiten bombear el agua a una zona superior cuando la energía es barata; eso se hace para reservar energía.
—¿Ve posible que en zonas más secas se puedan hacer otras centrales?
—Sí, por ejemplo en el sur de España hay centrales hidráulicas que no tienen tanto desnivel ni tanta agua, pero tienen cuencas mucho más grandes como el Guadiana y el Guadalquivir. En el sur necesitan embalses mucho mayores.
—¿Qué tipo de medidas se pueden adoptar para minimizar los daños a la vegetación, animales y gente de los alrededores?
—Para el tema de la continuidad del río, para que las especies puedan migrar, se ponen unos dispositivos que se llaman “escalas de peces” que permiten que los peces puedan atravesar la presa.
Para el tema del caudal del río, se establecen el caudal mínimo que debe tener el río y el caudal máximo que se puede turbinar.

Francisco Pico, vecino de Vigo (Paderne)
«Cando se fixo a primeira central, hai 82 anos, todo foi a man»

Cuaderno de Francisco con sus anotaciones sobre la historia de la central
Francisco Pico Pena, de 87 años, es vecino de Vigo, localidad de Paderne, y cuenta algunas curiosidades sobre la central hidroeléctrica del río Zarzo, afluente del Mandeo. Todo lo conserva en un cuaderno escrito de su puño y letra del que se siente muy orgulloso.
Gracias a su colaboración, los alumnos del IES Francisco Aguiar hemos descubierto que la primera central instalada allí se construyó hace 82 años, en 1940. Tardaron exactamente cuatro años en terminarla. Excavaron un túnel de 150 metros que cruza un monte y da al río Zarzo. «Todo fíxose a man», explica. Se elaboró únicamente con herramientas manuales, como picos, palas, barrenas, carretillos de madera… Inicialmente, los trabajadores eran todos de la comarca, pero pocos de ellos eran profesionales. Trabajaba gente de 15 a 50 años, al principio les pagaban 5 pesetas diarias, pero después lo subieron a 10 o 14 pesetas. Durante el transcurso de las obras no ocurrió ningún accidente grave que lamentar.
Esta nuevas instalaciones obtuvieron un gran recibimiento por parte de los vecinos de la parroquia por sus grandes beneficios, por ejemplo la mayor accesibilidad de los pueblos cercanos a su aldea. La pista que daba acceso representó un gran servicio útil. Por esta pista, se servían con carros de bueyes, todos los materiales necesarios para la construcción de la central así como parte de la tubería y la turbina y todo lo necesario durante el desarrollo de dicha obra. La empresa mejoró y amplió el camino dotándola de tajeas y desvíos para el agua.
Las instalaciones fueron sufriendo modificaciones a lo largo de los años, sin causar ningún riesgo para los vecinos, sin dañar el paisaje, ni la fauna fluvial. En primer lugar, cambiaron la principal tubería, modernizando el sistema. Más tarde hicieron un camino para acceder a ella, pasando por encima de la tubería original. Hace veintinueve años, realizaron un trasvase de agua del río Mandeo al Zarzo mediante un canal, provocando un desplazamiento del mismo hasta Cela.
José Maroño Fernández fue el primer encargado de la central. Su jubilación y mudanza causó un cierre temporal de la central y la desaparición de los cultivos que rodeaban la zona.
Francisco Pico asegura que, diez años después de su construcción, «houbo un percance entre a central e os veciños». La central tenía planeado construir un gran embalse que ocuparía toda la llanura de los alrededores, provocando el desalojamiento de la zona. Los vecinos, en contra de estos planes, se quejaron y acabó por acudir la Guardia Civil. Finalmente, se anularon los planes de construcción debido a las quejas y la empresa llegó a la conclusión de que no sería viable por contener muy poca agua. Tomada esta decisión, tuvieron que intervenir sobre cuándo tendrían que pararla por la escasez de caudal.