- 4.º de ESO
- Beatriz Malvido
Hoy en día pese a tener mucha información sobre alimentación saludable parece que dista mucho de que el cien por cien de nuestros escolares hayan adquirido buenos hábitos alimenticios, pudiendo ello derivar en problemas académicos y de salud, tanto en el presente como en su futuro.
Piensa en tu día a día. ¿Qué es lo primero que haces por las mañanas? Seguramente desayunar, con el objetivo de empezar la jornada con energía. Pues bien, el 16,8% de los alumnos de secundaria no desayunan nunca o casi nunca antes de ir al colegio o al instituto, frente al 7,3 % del alumnado de primaria que tampoco lo hace. Así lo revelan encuestas llevadas a cabo en dos centros escolares de Cangas, entre alumnado de primero de primaria a cuarto de la ESO.
Quizás, debido al tema en auge del ayuno intermitente, estés pensando: «Pues a mí me han dicho que no desayunar es beneficioso». Son muchas las páginas de internet que hablan de las múltiples ventajas que puede aportar ese tipo de dieta. No obstante, especialistas como la dietista-nutricionista Elena Fandiño, la dietista-nutricionista especializada en nutrición clínica Marta Iglesias Fernández, o el médico especialista en aparato digestivo Mario Alonso Puig, advierten que aunque puede tener supuestos beneficios para ayudar a bajar de peso rápidamente, sus efectos a largo plazo todavía están por demostrar. Otro punto en el que insisten es que nunca se debe aplicar este método en escolares, ya que para esas edades son mucho mayores los inconvenientes que los beneficios.
Antes de continuar, es clave comprender los problemas en los que puede derivar una mala alimentación y, por consiguiente, una mala nutrición: obesidad, déficit de ciertas sustancias vitales para el correcto funcionamiento del metabolismo y sistema inmune (vitaminas, minerales…), anemia, enfermedades cardiovasculares, hipertensión o hipotensión, diabetes tipo II, etcétera. En muchas ocasiones, el origen de estos problemas y enfermedades está relacionado con una mala alimentación en edades tempranas y adolescentes.
Además, la mala nutrición en edad escolar no solo provoca problemas a largo plazo, sino también de efecto inmediato. Genera problemas de desarrollo físico, psicológico y cognitivo (fatiga, bajo rendimiento escolar…). El cerebro necesita aportes continuos de glucosa y oxígeno para funcionar correctamente. No obstante, estos aportes de azúcar no pueden ser de golpe, deben ser repartidos a lo largo del día. Por tanto, según los doctores por la Universidad de Harvard Mario Alonso Puig y Carlos Jaramillo, deben realizarse 5 o 6 comidas al día, con desayunos formados por hidratos de carbono de calidad que liberen el azúcar de forma progresiva (cereales integrales, vegetales y frutas de bajo índice glicémico: manzana, kiwi, naranja…) para darle esa energía inicial al cerebro.
Existe un dato estadístico muy impactante: Galicia y Andalucía son las comunidades autónomas con las tasas de obesidad infantil más altas de todo el Estado (26,7%), según el Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE) de 2021, tendencia que sigue al alza. Según la experta del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS) Ana Crujeiras, aún estamos lejos de la situación estadounidense (con cifras mucho más preocupantes), pero «la prevalencia está creciendo». Asimismo, cada vez son más los niños que se someten a cirugías bariátricas para bajar de peso de forma quirúrgica. De hecho, recientemente, la Academia Americana de Pediatría decretó unas directrices para tratar la obesidad de forma médica mediante el uso de fármacos y la realización de estas operaciones.
LOS AUTORES
Alumnos de 4.º de ESO
- Saúl Baqueiro Díaz
- Teo Cortizo Sotelo
- Carmen Entenza Díaz
- Andrea Guimeráns González
- Abraham Martínez Barreiro
- Alicia Menduíña Refojos
- Miguel Müller Sánchez
- Ainara Piñeiro Vidal
- Jorge Portela Rodríguez
- Rodrigo Sixto Touriño
- Eric Soliño Fernández
- Lara Villar Mianda
- Mateo Herández Costas
Excesivo consumo de bebidas energéticas, refrescos azucarados y comida rápida
En las citadas encuestas en centros escolares de Cangas se obtuvieron datos un poco alarmantes sobre algunos hábitos entre el alumnado de Educación Secundaria. Por ejemplo, el 10 % no toma ninguna pieza de fruta diaria, y un 25 % solo toma una. Lo más preocupante es que solamente un 30 % de los encuestados sigue las recomendaciones de los profesionales en cuanto a tomar mínimo 3 piezas de fruta al día. Para más inri, un 38 % no toma verduras nunca o casi nunca. Por ello, es preciso fomentar el consumo de frutas y verduras desde edades tempranas. Según la nutricionista Elena Fandiño «es importante introducir nuevas texturas y sabores desde pequeños» porque «hay que ir acostumbrando el paladar de los niños a nuevos sabores».


Asimismo, se observa un consumo excesivo de ultraprocesados (bollería industrial, comida rápida o precocinados) y de refrescos. Por ejemplo, un 25 % de los encuestados toman refrescos más de una vez a la semana o incluso diariamente, excediendo las recomendaciones de los nutricionistas, que dicen que, como mucho, se deben tomar una vez por semana. Además, un 10 % comen en establecimientos de comida rápida una vez a la semana, cuando lo recomendable es no más de una vez al mes.
El peligro de las bebidas energéticas: uno de cada cuatro alumnos las consume semanalmente
Otro tema que también genera alarma es el de las bebidas energéticas: casi un 25% de los encuestados de entre 12 y 16 años aseguran consumir algún tipo de estas bebidas a la semana. Estos datos no sorprenden, ya que cada vez es más común ver niños consumiendo bebidas energéticas en la calle. Según el Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) «las bebidas energéticas no están recomendadas en niños, adolescentes, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia».
Por ello, deben conocerse los peligros de este tipo de bebidas. Una lata estándar lleva 473 mililitros. Pues bien, esta lata contiene la cafeína equivalente a casi dos cafés. Aparte de la cafeína también incluye otros ingredientes como la taurina, la L-carnitina, el glucuronolactona, el guaraná… Estos compuestos pueden provocar trastornos del sueño, alteraciones de la tensión arterial, palpitaciones, náuseas, vómitos e incluso convulsiones. Además, solamente un envase de estos casi duplica la cantidad de azúcar diaria recomendada por la OMS (25 g) y algunos de ellos llevan hasta 20 cucharadas de azúcar, lo que se relaciona con problemas de obesidad o diabetes tipo 2, entre otros.
Hay una complicación añadida, y es que algunos de los adolescentes mezclan estas bebidas energéticas con alcohol los fines de semana. Y este combinado agrava el peligro porque los efectos de la cafeína disimulan los efectos del alcohol sobre el sistema nervioso central y, como consecuencia, hay más probabilidad de seguir bebiendo y llegar a la intoxicación etílica o aumentar el riesgo de lesiones y peleas.
Para complementar el anterior sondeo, se realizó otra encuesta al alumnado de educación primaria. Uno de los aspectos recabados es que tan solo un 60 % de los niños entre 6 y 12 años realiza cinco comidas al día. Este dato es bastante preocupante, ya que en edades escolares es muy importante realizar las cinco comidas diarias por sus aportes nutricionales, claves para la atención y el buen rendimiento escolar.
Otro dato alarmante es que solo un 42 % toma más de tres piezas de fruta y verdura al día, que son las recomendaciones de los dietistas. Además, al 38 % de los alumnos de primaria no les obligan a comer lo que no les gusta, sino que les hacen otras comidas.

Los padres deben ser los que, en edades tempranas, amplíen la variedad de nutrientes que ingieren sus hijos. La nutricionista Elena Fandiño comenta que «podemos jugar con la decoración de los platos de frutas y verduras para hacerlas más atractivas, recordando que los adultos somos un referente para ellos». «Al principio puede costar introducir nuevos sabores, pero hay que ir iniciándolos poco a poco, eso no quiere decir obligarlos si les dan arcadas, pero empezar por cantidades muy pequeñas para que se vayan acostumbrando», añade.

¿Se puede hacer algo desde los centros educativos? Las meriendas saludables
En una encuesta realizada a profesores de un colegio donde han desarrollado un menú guiado, en educación infantil y primaria, con una merienda recomendada para cada día de la semana, se han recogido las siguientes opiniones: «El aconsejar un menú para las meriendas del cole favoreció mucho un tipo de merienda más saludable, y además hizo que muchos niños, por imitación y sentimiento de pertenencia a un grupo, se unieran más contentos a la iniciativa». «Antes de esta prueba los alumnos traían bastante bollería industrial y zumos azucarados», dicen también los docentes.
«Otra cosa que surgió en la época Covid, pero que hemos visto que funciona estupendamente es que todo el alumnado meriende en clase antes de bajar al patio. Anteriormente hacían meriendas rápidas pensado en ponerse a jugar de inmediato o pasaban el recreo con la pieza de fruta en la mano sin poder disfrutar del juego. Ahora saben que disponen de un tiempo adecuado (adaptado según la edad) para merendar de forma saludable y tranquila, y que luego dispondrán de un tiempo, libre de ataduras, para el juego y la sociabilización», afirma el profesorado. Estos profesionales de la educación animan a todos los coles a que sigan un modelo de meriendas similar.
Los consejos de las dietistas Elena Fandiño y Marta Iglesias: En la variedad de colores del plato encontramos diversidad de nutrientes
Las expertas en nutrición recomiendan, además de la última Pirámide de la Alimentación Saludable, revisada por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), el método del plato, muy útil para escolares por ser muy vistoso y gráfico.
Este método indica las proporciones de nutrientes que debe tener un plato ideal:
- La mitad de la comida (50 %) debe estar constituida por verduras y hortalizas (para recibir el aporte de vitaminas y minerales). Cada día debemos tomar cinco raciones (tres piezas de fruta y dos platos de verdura), de cuatro colores diferentes (la variedad de colores es sinónimo de variedad nutricional) y al menos un cítrico.
- El 25 % del plato deben ser hidratos de carbono de calidad, como legumbres, harina, pasta o arroz. Estos tres últimos preferiblemente integrales.
- El otro 25 % serán proteínas (a lo largo de la semana debemos combinar pescado de alto contenido graso omega-3, garantizando dos raciones de pescado azul, huevos, carne, dos platos de legumbres y tres o cuatro raciones diarias de lácteos).
- Además, debe estar acompañado de cuatro a seis vasos de agua diarios.
- También se recomienda el uso de aceite de oliva virgen extra en todas las comidas.
- A mayores, hay que recalcar la importancia de realizar ejercicio físico todos los días y abandonar el sedentarismo, así como tener un buen descanso (un niño en edad escolar debe dormir entre 8 y 10 horas diarias).

Sin estas colaboraciones no podríamos haber hecho este reportaje
Agradecimientos a:
Elena Fandiño- Dietista nutricionista que acudió a darnos una charla y respondió a todas nuestras preguntas
Marta Iglesias Fernández – Dietista nutricionista que nos concedió una entrevista telefónica
A todo el profesorado, dirección y alumnado del colegio Sagrada Familia de Aldán (Cangas) que colaboró con nosotros en nuestra investigación
Alumnado de la ESO y profesorado del Colegio Casa de la Virgen de Cangas que hicieron posible ampliar nuestro muestreo y cotejar datos colaborando en nuestra encuesta