3. CONTENIDO
Desde que se descubrieron los neandertales no ha cesado la especulación sobre su inteligencia, el motivo de su extinción, sus costumbres o sobre los parecidos con nuestra especie. Además, su proximidad biológica a nuestra especie genera una curiosidad popular que invita a que los resultados de los nuevos descubrimientos lleguen fácilmente a los medios de comunicación.
Además de asentar las características que definen al hombre de neandertal los contenidos deberán promover una fractura con la antigua imagen de que estos humanos fueron seres primitivos, torpes y grotescos que habitaban las cavernas. Al contrario de lo que se pensaba hasta hace relativamente poco tiempo, resulta incluso probable que nuestra especie hubiera aprendido elementos culturales de los neandertales. Al menos, ya tenían herramientas, pintaban y decoraban sus cuerpos y utilizaban estrategias de caza para conseguir grandes presas como los mamuts cuando el Homo sapiens llegó a los territorios euroasiáticos.
Gracias al reciente descubrimiento del genoma neandertal también sabemos ahora que nuestros antiguos antecesores se reprodujeron con los neardertales; de ahí que las actuales poblaciones humanas –salvo las africanas- tengamos rasgos neandertales en nuestro propio genoma. Muy lejos quedan ideológicamente esas ideas que suponían que nuestra especie había ganado una supuesta competición con los neandertales por la supervivencia. Ellos se extinguieron y nuestra especie sigue viva, pero quizá el mestizaje con los neandertales haya sido parte del éxito del actual ser humano.