El hiphop es un estilo musical muy arraigado entre los más jóvenes y la música puede ser un buen enganche para sensibilizar en aspectos como la igualdad y la solidaridad entre colectivos o culturas. El pasado mes visitaron Galicia dos integrantes del colectivo Hip Hop Femenino, fundado en el año 2016 por varias jóvenes de El Salvador, con su proyecto educativo para el cambio social «Activistas por el Mundo que Queremos».
Este colectivo se fundó hace seis años con el objetivo de crear un festival de mujeres raperas: «Era una escena bastante dominada por hombres, así que quisimos abrir nuestros propios escenarios y que además sirvieran de camino para otras artistas en el futuro». Lo cuenta Jennifer Rivas, una de las integrantes de este grupo, que viajó a Galicia para visitar un buen número de centros educativos entre el 29 de marzo y el 9 de abril: «En esas dos semanas visitamos casi un instituto cada día, además de dos facultades», recuerda. Antes habían hecho otros viajes internacionales a Guatemala y Nicaragua, pero Galicia es el destino más lejano al que han ido para llevar su proyecto a los más jóvenes. A Pastoriza, Lugo, A Coruña, Catoira o Monforte son algunos de los concellos que visitaron. Con ellas, los alumnos pudieron conocer la realidad de otros países más empobrecidos y cómo el hip hop puede ser una valiosa herramienta para el activismo y la promoción de la cultura de paz. «Para nosotras fue muy gratificante poder compartir con ellos y ellas una realidad distinta que es el día a día de los jóvenes de El Salvador», explica Rivas. Cuenta que notaron mucho interés por parte de los jóvenes gallegos, aunque cree que no en todos los institutos están concienciados de igual manera y no son conscientes de la importancia de los derechos adquiridos: «Nosotras les dimos el consejo de que deben pelear sus derechos ya que estos no están garantizados y se pueden perder en un segundo o pueden tener un retroceso, como el que estamos teniendo con el Gobierno actual de El Salvador». Y es que, con las mismas edades, los jóvenes de este país centroamericano no tienen las mismas oportunidades de estudiar que en España. «Muchos abandonan sus estudios y buscan empleo porque el dinero no alcanza o porque su familia depende de ellos», cuenta la joven activista. Y hace hincapié en cómo las fuerzas de seguridad allí juzgan por su aspecto físico o por la zona en la que viven. La música es su medio de vida: «La escuchamos para todo, si estamos tristes, si estamos felices o enojados», confiesa, y recuerda que el hip hop y el rap fueron creados como cultura de protesta: «Son géneros contestatarios y sabemos que podemos decir mucho a través de ellos porque atrae a las juventudes». Por eso lo toman como herramienta: «Sabemos también que el arte cambia vidas y lo hemos visto en casos reales; el arte es una herramienta muy poderosa para el cambio», subraya.
Esta joven compositora, cantante y activista tiene 19 años y para sus creaciones se basa en las realidades sociales que tienen que afrontar las jóvenes en su país. A Galicia vino con Yesenia Martinez. Gracias, conocida como Yezli Mic, que lleva ocho años de rapera en el grupo Cultura Hip Hop. Este proyecto fue posible gracias a la unión de tres organizaciones: Solidaridad Internacional de Galicia, Asociación Galega de Comunicación para o Cambio Social (Agareso) y la Asamblea de Cooperación por la Paz (ACPP). Estuvo financiado por la dirección xeral de Relacións Exteriores e coa UE de la Xunta y forma parte de la plataforma de innovación educativa Plan Proxecta, impulsado por la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria.