SUSANA PÉREZ CASTELO

La Organización de Naciones Unidas (ONU) pone el foco cada año en temas que considera de especial interés para alcanzar sus objetivos. Así, declaró este 2023 Año Internacional del Mijo, con el propósito de concienciar sobre los beneficios nutricionales de este cereal y las ventajas de su cultivo, para contribuir a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que promueven acciones globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad de la población mundial.

Los cereales constituyen un pilar fundamental de la alimentación de los humanos, en especial en los países más desfavorecidos. No solo por su importancia para el consumo humano, sino también como alimento para el ganado.

Pero el cambio climático y otros factores ambientales ponen en peligro la producción de los cereales y de otros cultivos. Uno de los objetivos de desarrollo sostenible contempla la necesidad de promover prácticas agrícolas que permitan obtener alimentos para una población mundial en crecimiento. En esta clave, el mijo resulta un cereal idóneo, ya que se puede cultivar en suelos pobres y con escasa aportación hídrica (con poca agua), crece rápido y resiste bien las sequías, las plagas y las condiciones atmosféricas adversas, mejor de lo que las soportan otros cereales. Su capacidad para crecer en este tipo de tierras ayuda a generar una cubierta vegetal que reduce la degradación de los suelos.

Estas características son bien conocidas en muchos países de África y de Asia, con la India a la cabeza, donde existe una tradición muy arraigada en el cultivo y consumo de esta planta, a diferencia de Occidente, donde es más desconocida. En algunas regiones áridas es prácticamente el único cultivo que se puede desarrollar en temporada de altas temperaturas y ausencia de lluvias, por lo que puede resultar una solución para suministrar alimento a poblaciones vulnerables en momentos de escasez.

En una dieta equilibrada, alrededor de la mitad de la energía que ingerimos de los alimentos debe ser aportada a través de los hidratos de carbono, que es precisamente el principal componente de los cereales, que contienen, en menor cantidad, proteínas, vitaminas y minerales. En este aspecto nutricional, el mijo presenta también muchos aspectos interesantes.

Es un cereal de grano pequeño con una gran aportación de proteínas, en mayor porcentaje incluso que, por ejemplo, el maíz. El mijo es rico en hierro y en fibra, y su ingesta genera un bajo índice glucémico, por lo es adecuado para las dietas en las que se deban controlar los niveles de azúcar en sangre. Se suma a sus ventajas que no contiene gluten, de manera que lo pueden consumir las personas con intolerancia a esta sustancia.


Susana Pérez Castelo es divulgadora científica.

Compartir en Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en WhatsApp

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies