OLGA SUÁREZ
Marruecos es, con Portugal y Francia, el país extranjero más cercano a España, pero las diferencias son enormes teniendo en cuenta aspectos como el hecho de encontrarse en un continente diferente o que la religión predominante sea otra. Sin embargo, los lazos entre ambos son cercanos y así lo confirman en el IES Nuestra Señora del Pilar de Tetuán, dependiente del Ministerio de Educación español y que tradicionalmente estaba dirigido a los hijos de españoles que vivían en esta ciudad. Para alumnos marroquíes sin lazos familiares con España actúa como un colegio privado más, y en los últimos años ha ido creciendo el número de estudiantes que están en este segundo grupo, hijos de marroquíes de clase media alta que quieren que sus hijos puedan estudiar la universidad en España. Allí se encuentra desde el pasado octubre Javier Bouzas, (Rois), que este curso da clases de Economía a los alumnos de bachillerato.
—¿Cómo llegó hasta este puesto?
—Me apunté a una convocatoria del Ministerio de Educación para optar a la plaza de profesor interino en el extranjero. Es uno de los pocos países en los que no exigen como requisito el conocimiento del idioma.
—¿Era la primera vez que trabajaba en el extranjero?
—No, después de terminar la carrera de Empresariales, hice un máster en Dublín y estuve con una beca en Australia. También viví en México por trabajo. Ya como docente, participé en un programa de intercambio de profesores en Viana do Castelo, y en otro de profesores visitantes en Chicago (Estados Unidos), donde estuve dos años.
—Tiene mucha experiencia en el exterior. ¿Qué ventajas tiene participar en estos programas?
—Es una experiencia muy enriquecedora que deberían aprovechar más docentes. Y, aunque no tenga la estabilidad que te da una plaza fija, me permite ganar puntos para participar en otros proyectos, como ser evaluador Sepie (el Servicio Español para la Internacionalización de la Educación). Ahora tengo contrato hasta el 31 de agosto y he empezado el doctorado en Economía y Empresa en la USC.
—¿Quiere entonces dar el salto a la docencia universitaria?
—Ya lo di, pues desde marzo del 2022 estuve trabajando como profesor interino de sustitución a tiempo completo en la USC. Si todo va bien, en unos años podré optar a algún puesto como profesor universitario y seguir investigando en procesos de emprendimiento e internacionalización, el tema de mi tesis.
—¿Cómo es el equipo docente en el instituto de Tetuán?
—Hay cinco profesores de cultura árabe que son nativos. El resto somos españoles, la mayoría adscritos al centro, que están un mínimo de 6 años. Casi todos son andaluces, muchos se van los fines de semana a casa. El resto somos interinos que rotamos cada año, y yo soy el único gallego.
—Lo tiene más difícil para venir a Galicia de visita…
—El sistema educativo en Marruecos se rige por el mismo sistema que el de Francia, y cada mes y medio tenemos una semana libre, así que puedo ir a casa en esos períodos.
—Aunque es un instituto español, ¿Qué peculiaridades tiene por estar en ese lugar?
—Se imparten una serie de materias de cultura árabe. Y en cada asignatura hay que buscar vínculos con Marruecos. En cuanto a los idiomas, Marruecos está en fase de transición y a partir del próximo año adoptarán el inglés como primera lengua extranjera, en detrimento del francés. También está creciendo el interés del español para incluirlo como lengua extranjera en los centros educativos, por lo que es posible que haya más plazas para docentes españoles.
—Ahora que lo ve desde lejos, ¿qué fortalezas y debilidades ve en el sistema educativo gallego?
—Hay que valorar aspectos como la gestión de sustitutos, los derechos de los trabajadores o el carácter totalmente público de las escuelas de la Xunta. Como debilidades citaría el desarrollo profesional, la formación del profesorado y la evaluación y control de los docentes.
—¿Qué destaca del sistema educativo marroquí?
—Una de las cosas que más me llama la atención es la gran diferencia entre las ciudades y las aldeas: los estudiantes del rural vienen muy bajos de contenidos porque los recursos no llegan igual a todas las zonas del país.
—¿Cuál es el perfil del alumnado?
—Doy clase de Economía a primero y segundo de bachillerato; y Geografía e Historia a los de la ESO. Mis alumnos tienen un perfil socioeconómico medio alto. Este es un centro de excelencia en el que pueden expulsar a los alumnos con bajo rendimiento, y eso hace que el nivel sea alto.
—¿Qué ventajas tiene para un marroquí estudiar en su instituto?
—Al regirse por el sistema español, hacen la selectividad igual que el resto. Tenemos conciertos con universidades españolas y cada vez hay más familias marroquíes que quieren que sus hijos estudien en España.