Instituto Francisco Aguiar (Betanzos)
Profesores:
  • María José Pardo Fandiño
  • Elvira Castro Otero

La conservación de la Tierra es algo que preocupa a los jóvenes, que leen noticias alarmantes sobre el empeoramiento progresivo de las condiciones climáticas causado sobre todo por la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), lo que se conoce popularmente como la huella de carbono. En este contexto, catorce estudiantes del IES Francisco Aguiar de Betanzos, coordinados por la dirección del centro, han decidido actuar, con dos líneas de trabajo: saber cuánto CO2 (dióxido de carbono) genera el centro y cómo se puede mejorar.

La huella de carbono es calculada con el fin de saber cuál es la cantidad de CO2 emitida y así poder reducirla y compensarla, además de compartirla y comentarla para remarcar su importancia. Su cálculo, de momento, tiene carácter voluntario. En España, el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco), ha desarrollado una metodología que permite realizar el cálculo de la huella de carbono de las organizaciones y también de los productos (una barra de pan, un coche…) y servicios (un billete de avión o una entrada de cine).

Los datos del estudio indican que en IES generó en el año 2021 un total de 46,47 toneladas de CO2, de las que 28,98 eran directas y 17,49 indirectas. Según los cálculos de Miteco, eso supone 0,0672 toneladas por alumno durante ese año. 

El cálculo se desarrolla en tres niveles, y se hace con datos anuales: alcance 1, las GEI directamente ligadas a la institución, como la calefacción o el combustible de los vehículos que le pertenecen; alcance 2, las emisiones indirectas de GEI, derivadas sobre todo del consumo eléctrico; y alcance 3, otras emisiones indirectas generadas por terceros (proveedores) que no están controlados por el organismo, como el transporte de mercancías, consumo de papel o el combustible de vehículos propiedad de los trabajadores cuando acceden a trabajar.

Plan de mejora

Tras calcular la huella de carbono, el instituto ha valorado y examinado posibles alternativas para reducir y compensar la cantidad de CO2 emitido, con las cuales ha elaborado un plan de mejora. Según este, en los próximos años se pueden reducir más de 4 toneladas de emisiones de CO2

En primer lugar se ha propuesto un plan de reducción con varias acciones. Referido al alcance 1, el estudio de los alumnos propone modificar el uso de la calefacción estableciendo hábitos tales como apagar la calefacción de las aulas mientras no haya alumnado, profesorado o personal no docente en su interior durante la jornada laboral o ventilar las aulas únicamente durante los cambios de clase.

Respecto al alcance 2, se requerirán de garantías de origen verde en el suministro de electricidad, además de fomentar el ahorro eléctrico, con pautas como reducir el tiempo que tardan en apagarse automáticamente los ordenadores del profesorado; apagar las pizarras digitales, luces de aulas y corredores cuando no se estén empleando o no sean necesarias; sustituir los tubos fluorescentes de cada aula y corredores por luces led; programar mantenimientos preventivos del equipo informático de las instalaciones e incorporación de nuevas prácticas entre el personal (sustitución de reuniones presenciales por videoconferencias, vestimenta adecuada a la temperatura…).

Para complementar la reducción del impacto de la huella de carbono del centro, se ha considerado la realización de un proyecto de absorción mediante la plantación de árboles autóctonos, con la colaboración del Ayuntamiento de Betanzos, que se llevará al Registro de absorción de CO2 en el Miteco.

Paralelamente se ha diseñado y elaborado una cartelería que recoge los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, la llamada Agenda 2030, para lograr un futuro mejor y más sostenible. Dicha cartelería será expuesta en las instalaciones del Centro.

Además de todo lo anterior expuesto, los catorce alumnos participantes en el reportaje han hecho una propuesta a la dirección del centro: crear un seminario permanente durante los próximos cursos para seguir calculando, reduciendo y compensando la huella de carbono.

 

PLAN DE MEJORA DEL IES FRANCISCO AGUIAR PARA LA HUELLA DE CARBONO

El Instituto, tras examinar posibles alternativas que pudieran mejorar su eficiencia energética, decide realizar un plan de mejora que incluye:

Alcance 1 : Reducción de consumos de calefacción

  • Mantener apagada la calefacción en las aulas que no reciben alumnos durante toda la jornada.
  • Ventilar las aulas solo en los intervalos entre clases.
  • Mantener cerradas las ventanas durante las horas de clase para evitar fugas innecesarias de calor.

 

Alcance 2: Garantías de origen y ahorros de consumo

  • Contratar la energía eléctrica con garantías de origen. Se hará progresivamente a lo largo de los años, de acuerdo con el plan.
  • Reducción de consumos de energía eléctrica:
  • Reducir el tiempo de desconexión automático de los ordenadores de aula y personales (650 ordenadores).
  • Apagar las pizarras digitales cuando no sean necesarias.
  • Apagar las luces de las aulas cuando no sean necesarias. (Promedio de luces por aula: 15 tubos fluorescentes).
  • Sustitución de los tubos fluorescentes de las aulas por luces LED.
  • Apagar las luces de los corredores cuando no sean necesarias.
  • Mantener adecuadamente las instalaciones.
  • Programar mantenimientos preventivos de los equipos informáticos y de las instalaciones de gas y electricidad.
  • Incorporación de buenas prácticas entre los empleados (sustitución de reuniones presenciales por videoconferencias, vestimenta adecuada a la temperatura, etc.)

Aplicando estas reducciones, se obtendrían los siguientes valores de huella de carbono (HC) cada año:

COMPENSACIÓN DE EMISIONES

Como complemento a las medidas de reducción de energía térmica y electricidad, se ha considerado realizar un programa de plantación de árboles en colaboración con el Ayuntamiento de Betanzos, en el que participe además el alumnado del centro, tutelado por el personal docente, consistente en:

Plantación de árboles autóctonos y su registro en la absorción de CO2 para la compensación de huella de carbono en el MITECO, dentro del recinto escolar y en terrenos propiedad del Ayuntamiento de Betanzos, en un acuerdo de colaboración. Debido a que todavía no sabemos la superficie de terreno disponible para plantar ni, por lo tanto, el número de árboles adecuado a esa superficie, no podemos concretar estos datos.

 

ALUMNOS Y PROFESORES PARTICIPANTES

2.º DE ESO A:

  • Celia Matos Fernández
  • Diego Andrés Otero Pérez
  • Inés Rodríguez Eibe
  • Alba Rufino Fernández

2.º DE ESO B:

  • José Alonso Souto
  • Marco Dafonte Barral
  • Artai Pena Vázquez
  • Sofía Veiga Casanova

2.º DE ESO C:

  • Martín Casado Núñe
  • Antón Moscoso Vaamonde
  • Adriana Naveiro López

2.º DE ESO D:

  • Aida García Regueiro
  • Amanda Rico izquierdo
  • Mar Rodríguez Villanueva

PROFESORADO
María José Pardo Fandiño ( Inglés)

  • Elvira Castro Otero (Lengua Castellana)

¿Qué es eso de la huella de carbono?

Los GEI, que se producen sobre todo en los procesos de combustión de hidrocarburos fósiles, son los causantes de bloquear la radiación solar que rebota en la superficie de la Tierra, generando aumento de su temperatura. Este efecto es necesario para mantener la tierra en condiciones de vida, pero se convierte en un grave problema si aumenta sin control.

Con esta preocupación, un grupo importante de países se reúne periódicamente para analizar y llegar a acuerdos sobre las acciones necesarias para frenar las causas del cambio climático. Estas reuniones se denominan Conferencias de las Partes (COP) y la última se celebró el pasado mes de noviembre de 2022 en Egipto, la COP 27.

En la actualidad, la temperatura media global de nuestro planeta es 1,1ºC mayor a los niveles anteriores a la Revolución Industrial. Y, según los datos de los científicos, la Tierra podría alcanzar un aumento de la temperatura de unos 2,5 grados a final de siglo, respecto a los niveles preindustriales, debido al continuo aumento de los GEI. En la COP 26, en Glasgow, se acordó fijar como objetivo no sobrepasar el aumento de 1,5ºC. Superar este umbral, según la ONU, expondría a millones de personas a impactos climáticos potencialmente devastadores y aumentaría la incertidumbre sobre el futuro de nuestro planeta.

Así pues, no parece que haya duda sobre la realidad de que la actividad humana está causando un cambio en el clima, debido a las emisiones de gases de efecto invernadero, de las cuales el principal compuesto es el CO2 (dióxido de carbono). Por eso no es de extrañar, que muchas de las iniciativas de freno del cambio climático se centren en la reducción de sus emisiones.

Por todo ello, la ONU ha tomado medidas y la mayoría de los gobiernos se han comprometido a que en el año 2050 la temperatura de la Tierra no suba más de 1.5ºC.

A fin de conseguir este reto, la UE ha propuesto un conjunto de medidas, denominadas el Green Deal (Pacto Verde), según el cual en el año 2030 Europa debe haber reducido un 55% sus emisiones respecto a los valores de 1990; para ello, un tercio de los 1,8 billones de euros de inversiones del plan de recuperación NextGenerationEU financiará este Pacto Verde Europeo, para convertirse así en el primer continente climáticamente neutro de aquí a 2050.

Una de las medidas consiste en llegar a los 300 millones de árboles plantados desde ahora hasta 2030. Los árboles conseguirán atrapar CO2 de la atmósfera en su proceso de crecimiento. Como referencia de estas absorciones, un pino del país absorbe aproximadamente 1 tonelada de CO2 en 40 años.

Con este programa, la UE además se protegerá la biodiversidad y los ecosistemas, se fomentará un sistema alimentario saludable para las personas y el planeta, se proporcionará un transporte eficiente, seguro y respetuoso con el medio ambiente y se consolidará una estrategia industrial y digital.

Los 10 países más contaminantes, entre los que se cuentan China, Rusia y Estados Unidos, generan el 72% de todos los gases (GEI) emitidos en el mundo debidos a la actividad humana. En España se emitieron 232 Mt (millones de toneladas) de CO2 en el año 2021.

Sin embargo, no todos los países quieren comprometerse con las decisiones de reducción. Así por ejemplo, los recortes de las emisiones de gases de efecto invernadero fueron rechazados por países como China, principal emisor del mundo, con casi el 30% del total. De este modo, si bien se han aceptado algunos planes de recorte, en la COP 27 no ha habido consenso.

La normativa de la mayoría de los países, su legislación, establece una tasa por las emisiones de CO2 a las empresas que utilizan grandes instalaciones de combustión, o por decirlo de forma más clara, que echan mucho humo por sus chimeneas. Este es el caso de cementeras, refinerías de petróleo o centrales térmicas de generación eléctrica.

Pero el resto de la actividad humana también es responsable, ya sea de forma directa o indirecta, del incremento de la emisión de los GEI.

Ya sean empresas de servicios, comercios o actividades domésticas, todos pueden actuar, por lo tanto, en su reducción. Y para empezar, deben conocer de qué cantidad de emisiones de CO2 son responsables.

Carlos Vales: «Calcular y registrar en el Miteco la huella de carbono de este instituto es el primer paso cuyo ejemplo deberían seguir todos los centros educativos»

El pasado 16 de diciembre, el IES Francisco Aguiar de Betanzos recibió en sus instalaciones la visita del ingeniero químico Carlos Vales. Se reunió con un grupo de 14 alumnos de 2.º ESO para hablarles de contaminación, calentamiento global, cambio climático y huella de carbono, entre otros temas.

En algunos de los apartados más destacados de su intervención, explicó que la UE está realizando un gran esfuerzo para llegar al objetivo de ser Carbon Neutral en 2050, lo que significa que en todo el territorio de la Unión Europea la emisión neta de los gases de efecto invernadero debe ser cero.

La ONU, con el apoyo del grupo de científicos IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change) impulsa el mismo objetivo a nivel global a través de las COP (las conferencias internacionales anuales) una meta difícil de lograr. Simplemente mirando alrededor se comprueba que los automóviles, la calefacción de los edificios, además de otros aspectos de la vida diaria, siguen emitiendo CO2 originado por combustibles fósiles. Incluso una parte importante de la electricidad se sigue generando en plantas eléctricas de combustión.

La Unión Europea está impulsando la electrificación proveniente de fuentes de energía renovable, eliminando así el empleo de hidrocarburos. «Esto supondrá —explicaba Carlos Vales— que todos los procesos que sean susceptibles de electrificar dejen de utilizar fuentes de energía fósil, lo que afectará a sectores tan importantes como la industria, la generación eléctrica y el transporte».

En su intervención, Vales apuntó que existe ya una tasa de emisiones de CO2 para las empresas que en su proceso tienen grandes instalaciones de combustión, lo que las obliga a entregar anualmente unos bonos por la cantidad de toneladas de CO2 emitidos. Para las organizaciones, empresas, viviendas y otros. que no tienen este tipo de instalaciones, que son la mayoría, se ha establecido un mecanismo de cálculo de huella de carbono: «Es lo que estáis haciendo vosotros, lo que supone un gran paso adelante para, por un lado, concienciar y conocer qué actividades e instalaciones son las que tienen mayor impacto contaminante y, por otro, ir preparando los planes de reducción, porque el año 2050 está a la vuelta de la esquina».

Añadió la importancia de saber la huella de carbono: «Vuestra iniciativa de calcular y registrar en el Miteco la huella de carbono de vuestro instituto es el primer paso cuyo ejemplo deberían seguir todos los centros educativos». «Vuestro trabajo empieza ahí, con el cálculo de la huella, para que en el 2050 consigamos alcanzar la sostenibilidad, lo cual requiere de unos planes de acción que deben ser aprobados por los responsables del instituto y que deben tener continuidad en los años próximos», concluyó el experto.

María Barral, alcaldesa del Ayuntamiento de Betanzos

«Es una idea extraordinaria e interesante que alumnado de vuestra edad se interese por la protección del planeta»

Foto cedida por La Voz de Galicia. Fotógrafo: Marcos Míguez

El pasado 13 de enero, dos alumnas del IES Francisco Aguiar de Betanzos mantuvieron una entrevista con María Barral, la actual alcaldesa de Betanzos. El objetivo principal de esta reunión era explicarle el proyecto, que está siendo realizado por un grupo de 14 alumnos de 2.º de ESO.

—Estamos calculando la huella de carbono de nuestro instituto, y, además de reducirla, vamos a intentar compensarla. ¿Qué opinión le merece?

—Me parece una idea extraordinaria y muy interesante que alumnado de vuestra edad esté preocupado por la protección del planeta.

—¿Colaboraría el ayuntamiento en alguna actividad para compensar las emisiones, como plantar árboles? 

—Ningún problema, podéis contar con nuestra colaboración, tanto con árboles como con la facilitación de terrenos para llevar a cabo la plantación.

—¿Qué especie de árboles podríamos plantar y cuáles serían los terrenos que el ayuntamiento facilitaría?

—En cuanto al tipo de árboles, haré una consulta con el experto en la materia y nos dirá qué especie es la más adecuada y también la cantidad a plantar. Mi propuesta de lugares serían en torno, principalmente, a dos, el Parque del Pasatiempo y la zona de huertos urbanos (Escuela Taller), aunque se podría pensar en otros emplazamientos.

—¿Podría participar en la plantación el alumnado de 2.º de ESO del instituto?

—Sin problema, contad con ello.

—Aparte de la plantación en los lugares indicados, también querríamos hacerlo en nuestro centro, ¿lo ve posible? 

—Por supuesto, para el centro también habrá dotación.

—Por último, al igual que hemos calculado la huella de carbono de nuestro centro, ¿estaría interesada en que calculásemos la del ayuntamiento?

—Sí, claro, estaremos en contacto para aportar todos los datos que necesitéis para llevar a cabo esta tarea.

DE VISITA A LA EDAR DE BENS

Este es el proceso de la EDAR (estación depuradora de aguas residuales) de Bens, la primera depuradora supramunicipal de Galicia. Recibe aguas de A Coruña, Oleiros, Cambre, Culleredo y Arteixo.

Las aguas residuales llegan a la EDAR de Bens a través de dos túneles (Elviña y Riazor) y pasan por una serie de procesos.

  1. En el primero se realiza un tamizado, donde se separan los residuos sólidos de mayor tamaño, y un aireado, por el que se separan las arenas y las grasas.
  2.  A continuación, por gravedad, se decantan los sólidos. Después, el agua ya libre de arenas y grasas se lleva a un reactor biológico aerobio, donde se desarrollan bacterias que se alimentan de la contaminación biológica disuelta y ayudan a la depuración.
  3. Se separa el agua tratada del barro generado por las bacterias; es la decantación secundaria, donde el agua ya depurada se conduce al mar a través del emisario (un tubo que mide casi un kilómetro). Se utilizan rayos UV para asegurar que el agua sea apta para el baño y para la fauna marina.
  4. Con el fango que se ha separado del agua, se realiza un tratamiento de digestión anaerobia, donde se genera gas metano (biogás) por degradación de la materia orgánica.
  5. El resto de fango que no se convierte en metano se deshidrata y produce un residuo seco, apto como fertilizante en la agricultura, o para combustión.

Paso 1: Llegada de residuos, en este caso una oveja

Paso 1: Llegada de residuos, como una cabeza de ganado

Paso 3: Agua limpia tras ser procesada

Proceso de tratamiento del agua

 

Fango convertido en biogás

El biogás producido por el fango en la EDAR contiene: un 50-55% de metano (CH4),un  44-47% de dióxido de carbono (CO2), hasta 300ppm de ácido sulfhídrico (H2S) y 0-20 mg/Nm3 de siloxanos, entre otras substancias.

Este biogás, para mejorar su calidad y asimilarla al gas natural comercial, se refina mediante un proceso de upgrading por el que se eliminan compuestos indeseables (como CO2, siloxanos y el ácido sulfhídrico), convirtiéndose en biometano que, por una parte, se emplea en la generación del 30% de la electricidad de la propia planta y, por otra, se inyecta a la red.

El biometano generado alimenta también a una gasolinera, que surte de combustible a un autobús de línea regular, en concreto, uno que realiza la ruta A Coruña-Sada, siendo un ejemplo de movilidad con cero emisiones de CO2.

Hay que añadir que con el biometano producido en la EDAR de Bens se podría suministrar el combustible necesario para más del 70% de la flota de autobuses metropolitanos de A Coruña. De esta forma se observa un perfecto ejemplo de economía circular, que convierte un residuo en un recurso.

AGRADECIMIENTOS

AGRADECIMIENTOS

En primer lugar, queremos dar las gracias a Prensa-Escuela por la oportunidad que nos brinda para llevar a cabo la realización de este reportaje, tan importante para nuestro alumnado y por la participación en el concurso.

Nuestro agradecimiento a Carlos Vales, ingeniero químico que acudió a nuestro centro ,IES Francisco Aguiar, para impartir la charla sobre la huella de carbono que fue la primera toma de contacto para el inicio de este reportaje y la fuente principal para la resolución de dudas y de todo tipo de consultas.

Gracias a la EDAR de Bens, en particular a Paula Castro de Ron (programa de visitas EDAR Bens) y a Carlos Lamora Suárez (director general EDAR Bens)

Gracias a la alcaldesa de Betanzos, María Barral, que nos recibió en su despacho y nos brindó su ayuda y colaboración para llevar a cabo el proyecto de plantación de árboles en terrenos del ayuntamiento y del IES.

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