LUPE MOLEDO

Hay una cita muy famosa de Carol Welch que decía que «el movimiento es una medicina para crear el cambio físico, mental y emocional». Es una gran afirmación que la neurociencia se ha parado a demostrar en profundidad. Es indudable el papel positivo que juega en nuestro cuerpo la actividad física, pero hoy nos centraremos en que ese beneficio es inseparable del que tiene en el ámbito psicológico y en el rendimiento intelectual.

Tanto en primaria como en infantil todos los niños practican deporte que con el tiempo se ven obligados a abandonar debido a deberes o apretados horarios.

La práctica deportiva es buena para la mayoría de las personas y en el caso de los adolescentes, aún más. Además de los beneficios físicos, tiene ventajas en el proceso de maduración personal. Un ejemplo de ello es que se vive una época donde se produce la consolidación del autoconcepto personal (académico, personal, social y físico serán sus cuatro pilares principales).

La aportación que ofrece dicho autoconcepto en la formación de tu personalidad tiene que ver con la competencia social, ya que esta influye en cómo te sientes, piensas, aprendes, te valoras y te relacionas con los demás. Conocer tus límites, ponerte a prueba, divertirte mientras te cuidas aumentará positivamente tu autoestima. Y cualidades del deporte como la perseverancia, autoexpresión, constancia o esfuerzo son perfectamente extensibles y útiles en el terreno académico.

El deporte es una herramienta muy poderosa para mejorar nuestro bienestar emocional

El deporte es una herramienta muy poderosa para mejorar nuestro bienestar emocional. Puede reducir los grados de ansiedad y depresión además de mejorar tu estado de ánimo y disminuir los niveles de estrés. Esto se debe a que la actividad física libera endorfinas en el cerebro. Estas son sustancias químicas que actúan como calmantes naturales que a su vez producen satisfacción e incluso euforia.

Pero las ventajas no se acaban aquí… Moverte con constancia y determinación ayuda a reducir el aislamiento social. Es una forma efectiva de mejorar las relaciones sociales y aumentar la interacción. Participar en deportes de equipo, por ejemplo, puede ayudarte a establecer nuevas relaciones y a fortalecer las que ya tienes. Potencia valores sociales como el respeto a los demás, la cooperación, la igualdad y la pertenencia a un grupo.

El deporte en cualquiera de sus formas mejora la función cognitiva e intelectual, la concentración y la memoria. Aumenta la plasticidad cerebral creando nuevas neuronas y su red de conexiones al aumentar el flujo sanguíneo en el cerebro.

El procesamiento de estímulos, la atención y capacidad de concentración resultan más fáciles después de veinte minutos de ejercicio.

Y a largo plazo la actividad física promueve la creatividad e imaginación en la resolución de problemas complejos, mejorando la productividad y el rendimiento académico tanto de niños como de adolescentes.

Lo más importante es que elijas una actividad que te resulte divertida

¿Qué deporte elijo? ¿Y cuánto tiempo debo dedicarle? Lo más importante es que elijas una actividad que te resulte divertida y te motive y que la integres en tu vida de manera equilibrada. El cuerpo tiene su propia mente, déjate aconsejar por él.

El abanico es tan amplio que te costará decidirte si hace tiempo que no practicas de manera asidua ningún ejercicio.

Cuando hablamos de actividad física no se trata de sudar la camiseta sí o sí. Piensa en tu personalidad: ¿eres tranquilo, inquieto, competitivo? Piensa en qué le pides al deporte: ¿liberar estrés? ¿Mejorar tu metabolismo?

En función de tus respuestas la natación, el baloncesto, el baile, las máquinas del gimnasio o salir a correr son opciones que están en el medio de muchas otras. Lo importante es la constancia.

Los expertos insisten en que las horas de Educación Física en las aulas son fundamentales pero no suficientes si queremos obtener mayores beneficios a todos los niveles.

La multitud de estudios hechos sobre el tema afirman sin ninguna duda que integrar la actividad física en tu día a día aumentará el rendimiento académico disminuyendo el absentismo escolar, la hostilidad o las dependencias.

Los mismos estudios confirman que cuanto mayor sea el número de horas de práctica deportiva más lo agradecerás en la nota media de tus evaluaciones. Pero como te decía, la incorporación tanto del deporte como del tiempo que le dediques debe ser compensado a tu ritmo de vida y tus gustos, por lo que debe hacerte sentir cómodo y motivado.

 


LUPE MOLEDO es colaboradora de Catemo.

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