HELENA MURILLO
Hacer un reportaje no es una tarea fácil. Supone todo un reto en el que el alumnado aprende a seleccionar y sintetizar información, preparar una entrevista o buscar en la hemeroteca de un periódico. El concurso Periodismo en la Escuela, el certamen que organizan La Voz de Galicia y Norvento, ha permitido y facilitado que los estudiantes conozcan y valoren más y mejor su entorno.
Esta semana publican en el concurso dos centros muy diferentes: el IES de Sanxenxo y el CPI de Guntín. El primero es un instituto de una villa claramente turística con tres profesores (dos de Lengua, una de Historia) que han propuesto usar La Voz con su potente hemeroteca (no en vano el periódico cumplió 140 años en enero) para analizar la localidad de 1920 y compararla con la actual. El segundo, en Guntín, es un centro integrado, con alumnos que empiezan a los tres años y terminan a los 16, en el interior de la provincia de Lugo; en su caso han optado por un asunto muy atrayente para los estudiantes, la figura de un grafitero, el lucense y multipremiado Diego As.
Usar un tema que les interesa para el aprendizaje multidisciplinar
Pilar Quiroga es profesora de Lengua del CPI Tino Grandío, en Guntín, se animó a participar en Periodismo en la Escuela para que sus alumnos de 1.º de ESO aprendiesen de una manera más activa y estuviesen más motivados. Por eso les planteó que eligiesen ellos un tema y optaron por hablar del grafiti a través de la figura de Diego As, un lucense cuya obra Julio César fue elegido el mejor grafiti del mundo en el 2021.

Diego As posa delante del grafiti de Tino Grandío que pintó en el CPI de Guntín a petición de los alumnos. Foto: La Voz de Galicia
Pilar Quiroga no puede estar más contenta con el resultado: «Traballaron en equipo, compartindo experiencias e opinións. Fixeron unha enquisa no colexio, indo polas clases e explicando o que querían, e entrevistaron a un ídolo», resume. Quiroga recalca que fue un trabajo multidisciplinar: «Para a enquisa practicaron matemáticas e plástica, de xeografía aprenderon onde tiña Diego As a súa obra; e reforzaron Lingua Castelá con todo o traballo, por non falar da busca de información en internet».
La guinda fue que gracias al trabajo de estos reporteros, el colegio tiene un retrato del pintor que le da nombre, Tino Grandío, hecho por el mejor grafitero del mundo.
Conocer el pasado para entender el presente
El proyecto del IES de Sanxenxo es transversal e interdisciplinar, con la participación de profesores de Lengua, como Ricardo de la Torre (coordinador del reportaje) y Melisa Fuentes Martínez, así como de Xeografía e Historia, Elena Montero Míguez.
Para darle forma al trabajo conforme lo fueron generando, los alumnos crearon un blog, donde proyectan y comparten toda la información documental y fotográfica que han ido recopilando de la hemeroteca de La Voz de Galicia. Está dividido en diferentes secciones con una misma temática: la evolución de Sanxenxo desde el siglo XX hasta la actualidad. Rescatan textos, los comentan y los complementan con entrevistas: Rubén Martínez Alonso, premio Vicente Risco en el 2013 por una novela ambientada en balnearios; la investigadora y premio Sanxenxo na Historia Ana Cancela Muras, autora del libro Mulleres entre redes: do invisible ao visible (2015), sobre las redeiras —y precisamente se entrevista también a una de ellas, Manolita—; y Xaime Corral Prieto, fundador de la primera librería de Sanxenxo, Nós, en 1978.
Ricardo de la Torre Rodríguez sostiene el paralelismo con la actualidad: «Es importante conocer cuáles eran la mentalidad y las profesiones de la época», afirma, que se consigue con las entrevistas. «Los estudiantes han adquirido un pensamiento más crítico, han visto cómo esas mujeres ponen en valor y reivindican el papel de la mujer y la educación en estos tiempos que corren», asegura.
Defiende que los docentes no pueden «mirar para otro lado», y en ese marco, el poder de la prensa y la literatura para acercarse a la realidad es un ejercicio de pensamiento crítico en el que hace falta insistir y reflexionar más que nunca, porque los profesores tienen que «guiar a los alumnos, que no adoctrinarlos, con pensamientos plurales y diferentes», resume.