S. Pérez
Desde que era pequeño, Martín Otero (Santiago, 1997) ha estado en contacto con ordenadores; de ellos, le interesaba conocer en profundidad su funcionamiento. Así que en su punto de mira siempre ha estado la Enxeñaría Informática.
—Has terminado trabajando en el campo de la arquitectura de sistemas y ciberseguridad. ¿Vas de algún modo aproximándote hacia esa especialización durante los cuatro años de carrera?
—Das partes muy básicas de esas especialidades, sobre todo de la parte de ciberseguridad. Pero en este campo tienes que aprender más por tu cuenta.
—¿Cómo lo hiciste?
—A partir del conocimiento básico de cómo funcionan los sistemas informáticos, por internet, sobre todo en foros y cursos, y en libros sobre temas concretos.
—Llega el fin de tu primera etapa en la universidad, ¿qué haces?
—Antes de acabar el grado tienes la oportunidad de realizar prácticas. En mi caso, hice las prácticas curriculares [convalidan asignaturas] en una empresa de desarrollo de software. Sí es cierto que cuando yo las hice (2018) no había muchas ofertas en la parte de sistemas y ciberseguridad. Luego pedí las optativas en la parte de Arquitectura de Sistemas, donde empecé a formarme más en profundidad en el ámbito que más me gustaba. En las prácticas es donde realmente asimilas los conocimientos y los puedes asociar a casos reales, donde ves más la utilidad de las cosas. Yo tuve la suerte de tener muy buenos compañeros de trabajo, que es de quien realmente aprendes, y más en un campo como es la informática, que está en constante evolución.
—Eres arquitecto de ciberseguridad en Finsa. ¿En qué consiste tu trabajo?
—Mi trabajo consta de varias partes: analizo soluciones en el campo informático para ver cuál es la mejor forma de implantarlas, por ejemplo, cómo prevenir la intrusión de usuarios no autorizados o, en caso de que exista, poder detectarla; me aseguro de que los sistemas funcionan correctamente, y detecto si existen vulnerabilidades en los sistemas. Esto no siempre es fácil porque en muchas ocasiones para remediar esto es necesario pararlos.
—En tu cambio de estudiante a trabajador, ¿qué es lo que más te ha sorprendido?
—Es todo bastante diferente a cómo lo ves en la carrera, que al final es un entorno muy limitado y aislado. Cada empresa es un mundo y tiene distinta forma de trabajar y modelo de negocio. Esto afecta directamente a cómo funcionará la parte informática.
—¿Cómo es tu trabajo día a día?
—Al estar involucrado en múltiples proyectos no hay un día a día definido: puedes estar con la implementación de una nueva tecnología, analizando puntos de mejora o solucionando algún problema. Como gran parte de las personas en este sector, contamos con un modelo de teletrabajo y horario flexible, entonces lo adaptas un poco en función de tus necesidades.
—A corto plazo, ¿cómo te ves?
—Seguir progresando en el sector, hay mucho que aprender y siempre van surgiendo nuevas tecnologías y casuísticas. Y tampoco descarto combinar mi rol actual con emprender, es algo que siempre me llamó la atención.
—¿El mejor consejo que puedas dar?
—Que a la hora de elegir, hay que priorizar algo que te guste. En una profesión vas a destacar más y vas a realizar mejor tu función si te gusta y te sientes cómodo con lo que haces.
Pasión por enfrentarse a nuevos retos y desafíos
Martín Otero es ingeniero informático y se ha especializado en arquitectura de sistemas y ciberseguridad. Esta es la descripción de conocimientos, habilidades e intereses que debe tener en cuenta un estudiante que se sienta atraído por este trabajo:
Conocimientos previos
■ Conocimientos sólidos de matemáticas y física.
Habilidades y aptitudes
■ Buenas aptitudes numéricas.
■ Habilidad para resolver problemas.
■ Eficiencia y capacidad para trabajar bajo presión.
■ Capacidad de abstracción, creatividad e innovación.
■ Buena capacidad de organización y planificación.
■ Capacidad para la comprensión lectora en inglés.
■ Pensamiento metódico.
■ Concentración.
■ Facilidad para adaptarse a nuevas situaciones, métodos y tecnologías.
Intereses
■ Pasión por enfrentarse a nuevos retos y desafíos a diario.
■ Interés por los avances tecnológicos y la investigación.
■ Interés por el aprendizaje constante.
Esta información ha sido realizada por el equipo de expertos de viaedu.es