Antonio Sandoval
Comienza mayo y la naturaleza ya se llena a todo volumen de cantos y reclamos, se viste de millones de hojas y flores y celebra la longitud de los días con infinidad de vuelos. Por supuesto, también alrededor de tu centro escolar.
Un ejemplo: ¿cuántos tipos de flores diferentes sois capaces de encontrar entre todos los alumnos de vuestra clase en un paseo? ¿Conocéis los nombres de, al menos, las más comunes? Si no es así, investigad sobre ello.
Con un poco de suerte, si el edificio donde estudiáis no está en un centro urbano —alejado de grandes parques— y hay algún campo cerca, quizá descubráis una amapola como la de la foto. O varias. De lejos, parecerá como si al pintor que ha creado ese paisaje se le hubiesen caído sobre el lienzo una o algunas gotitas de ese color… Y al verlas ahí hubiese decidido que quedan muy bien.
Papoulas y demás gente roja
Así las llamamos en Galicia: papoulas. Son, sin duda, uno de los ejemplos más llamativos de cómo puede el rojo aparecer en la naturaleza. ¿Qué otros colores rojos naturales se te ocurren? Uno de ellos, claro está, corre por el interior de nuestros cuerpos…
Otro más es el que lucen bajo sus manchitas oscuras unos pequeños escarabajos que a todo el mundo le gusta descubrir. ¿Recuerdas su nombre? ¿Y en gallego?
Otro rojo es el de ciertas frutas que se producen, entre otras zonas, en los alrededores del parque nacional de Doñana y que estos días han sido noticia en toda la prensa. Si no te has enterado de lo que ha pasado, busca información con solo estas pistas.
Hay otros ejemplos, pero no muchos. Están algunas setas, o las hojas de algunos árboles en otoño, o las rosas, en las plumas de varias aves, los tomates… ¿Se te ocurren más?
Protanomalía y aposematismo
Vaya dos palabras extrañas, ¿no es cierto? Sirven para denominar dos conceptos muy diferentes.
La protanomalía es la incapacidad de distinguir bien el color rojo. Luego está la protanopia, que es cuando este ya no se distingue en absoluto. En cuanto al aposematismo, es como un semáforo natural: así se llama la coloración de advertencia que muestran multitud de criaturas para avisar de que, si se las molesta, pueden resultar de lo más irritantes… E incluso peligrosas. ¿Conoces, por ejemplo, algún insecto que se sirva de colores llamativos para avisar de que se le deje en paz? Varias especies de ranas de Centroamérica son rojas por este motivo. Busca por qué.
Seguro que dentro de tu aula, y de tu casa, hay multitud de diferentes tipos de color rojo. Si tuvieras que definir cada uno de ellos, ¿qué palabra escogerías? Ahí van varias posibilidades: rojo mermelada, rojo caoba, rojo pintalabios, rojo cereza, rojo manzana…
Piensa, para terminar, qué significados tiene el rojo en nuestra cultura. Aparece en banderas, sirve para definir algunas ideas políticas, para anunciar peligros…
■ Para saber más. Alfredo Kraus canta «Amapola», de J. M. Lacalle