Fernando Pariente.
Gracias a sus monigotes, los ilustrísimos académicos de la Real Academia Española eligieron miembro de tan docta institución al humorista gráfico Antonio Mingote. El genial cómico comenzó así su discurso de ingreso:
Señores académicos
Permítanme que recuerde aquí ahora la frase del ilustre pensador americano Groucho Marx en trance de ingresar en determinado club: «Yo no puedo entrar en un lugar en donde se admite a individuos como yo.» Frase que encierra un no disimulado orgullo y denuncia el inmejorable concepto que como influyente indeseable tenía Groucho de sí mismo.
Más modesto que él, yo comprendo que el prestigio de esta institución en la que hoy me presento es tan grande que puede tolerar sin la menor convulsión la entrada de un tipo como yo, insignificante y sin la menor capacidad de perturbar y menos de menguar su grandeza.