CARMEN VÁZQUEZ DE PRADA

Ante la pregunta de cómo puede ayudar la inteligencia emocional a una persona, lo primero es comprender de qué estamos hablando, y por eso hay que definir los conceptos por separado:

Inteligencia

Es la capacidad de la mente que nos permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad. Hay de muchos tipos, Howard Gardner decía que el ser humano tiene 8 inteligencias diferenciadas, y que en mayor o menor medida todos tenemos dos o tres más representadas: la lógico-matemática, la lingüística, la espacial, la musical, la kinestésico-corporal, la intrapersonal, la interpersonal y la naturalista. Es lo que se conoce como la teoría de las inteligencias múltiples. Dos de estas inteligencias son las precursoras de lo que llamamos inteligencia emocional: la inteligencia intrapersonal y la interpersonal.

Emociones

Son reacciones a todo lo que nos pasa. Puede venir provocadas por lo que me está pasando en un momento dado (tengo un examen y me siento muy nervioso), pero también una reacción a un pensamiento, a un recuerdo (me acuerdo de una discusión con mi mejor amiga, y me vuelvo a sentir enfadada). Hay muchos tipos de emociones, y diversas clasificaciones: emociones básicas (alegría, miedo, enfado, tristeza, sorpresa y asco) y emociones complejas (aburrimiento, ansiedad, envidia, soledad, frustración y un largo etcétera); emociones favorables (positivas) y desfavorables (negativas); emociones sociales y emociones personales/individuales.
Todas las emociones son necesarias, todas son, están y aparecen de manera automática. Pero, hay algunas emociones que nos ayudan a sentirnos mejor y nos facilitan conseguir lo que queremos, y otras que nos entorpecen, debilitan, limitan. Aceptarlas y manejarlas para conseguir nuestros objetivos es el gran reto de la inteligencia emocional.

«No somos responsables de sentir una determinada emoción, pero sí lo somos de permanecer en ella»

Así, si tengo miedo a lo que otros puedan pensar de mí, lo acepto y lo recojo, pero debo también responsabilizarme y aceptar que NO a todo el mundo le voy a caer bien siempre, y que el amor hacia mi mismo, debe estar más presente, para cubrir y reemplazar ese miedo o inseguridad.

Bien, pues así, juntamos ambos conceptos, y definimos qué es la inteligencia emocional: utilizando nuestra inteligencia, nuestra capacidad para comprender, regular, cambiar, identifico y comprendo lo que siento, MIS EMOCIONES, y las regulo para que me ayuden a conseguir lo que quiero (y no me lo dificulten).

Otras definiciones de la inteligencia emocional:

Es la capacidad de comprender, utilizar y controlar nuestras emociones

Consiste en conocer nuestras propias emociones, gestionarlas eficazmente, motivarnos a nosotros mismos, reconocer las emociones de los demás y establecer relaciones positivas con otras personas

Es la capacidad que tiene una persona para utilizar adecuadamente sus emociones y pensamientos y conseguir aquello que se propone en los diferentes ámbitos y etapas de su vida


Carmen Vázquez es socia de Catemo.es. Si tienes alguna consulta puedes escribir a coach@prensaescuela.es

Un ejemplo de control emocional... o no

Pongamos un ejemplo para entenderlo mejor: me quedan 2 semanas para la EBAU (examen de acceso a la universidad). Me siento muy nervios@… ¿qué haría una persona con una buena inteligencia emocional? Utilizar esos nervios (debajo de esos nervios hay miedo o inseguridad a fracasar, a que no me salga bien) para estar más activo, prepararme mejor, estudiar más, aprovechar mejor el tiempo, ser más ágil y responsable. El resultado más probable será que tendré una buena calificación en la EBAU, que es justamente lo que buscaba. Si soy capaz de comprender y regular esos nervios en la buena dirección, me ayudará a estudiar más.

Siguiendo este mismo ejemplo, pongamos que tengo un nivel bajo de inteligencia emocional, no sé regular mis nervios, y me desbordan o sobrepasan: lo más probable es que me bloquee, no consiga concentrarme y mi capacidad para estudiar sea menor. Esto me llevará a hacer una EBAU peor, y sacar una calificación baja. Por no saber gestionar bien el estrés, los nervios, previos a un examen y a una prueba tan importante para mí, mi resultado puede ser claramente peor.

Beneficios de la inteligencia emocional

Si esto es así y yo tengo altos niveles de inteligencia emocional, entonces:

Me sentiré mejor conmigo mismo (Mayor bienestar)

Sabré tomar mejores decisiones para mí, en momentos críticos e importantes de mi vida (escoger una carrera profesional, una pareja que me haga sentir bien, un trabajo)

Me sabré relacionar mejor con mis amigos, profesores, familia. El desarrollo de la inteligencia emocional favorece las relaciones sociales.

Viviré las situaciones conflictivas y/o de estrés de una manera más equilibrada / relajada.

Disfrutaré más de las pequeñas cosas, pues estaré más conectado con lo que me pasa, con mis emociones.

Seré más optimista con respecto a mi futuro, sin preocuparme en exceso por cosas que no sé si van a ocurrir.

En definitiva, me sentiré más satisfecho y con un buen estado de ánimo para afrontar la vida.

Y además, tendré mejores resultados (académicos y en el trabajo que desempeñe).

¿Cómo puedo entrenar mi Inteligencia Emocional?

La inteligencia emocional es como un músculo, si lo entreno y lo fortalezco, se hace más grande y más fuerte. La inteligencia emocional reside en el cerebro (la inteligencia en el córtex prefrontal, y las emociones en el sistema límbico, así que la conexión entre ambas zonas es la que fortalecemos). Mediante la práctica, este, el cerebro, desarrolla nuevas conexiones neuronales, de pensamientos, emociones y comportamientos emocionalmente inteligentes y eliminando aquellas conductas, pensamientos y emociones que no son útiles. Voy así creando nuevas formas de hacer y de pensar, que me hacen sentir bien y me ayudan a conseguir mis objetivos.

¿Cómo puedo entonces entrenar a mi cerebro para mejorar mi inteligencia emocional? Propongo un entrenamiento a través de 4 pasos:

1. Comprendiendo y conociéndome mejor: ME COMPRENDO

Este bloque de entrenamiento tiene que ver con la inteligencia intrapersonal de la que Gardner hablaba. Aquí está el autoconomiento de uno mismo: quién soy, qué siento, qué pienso y cómo actúo. Identifico y comprendo mis emociones, que no siempre es fácil. A veces me siento “agobiado”, pero ¿qué es eso exactamente? ¿Estoy enfadado, estoy triste o me siento inseguro? Si entendemos qué es lo que nos pasa y cómo afecta esto a mi comportamiento y a los demás, podré trabajar sobre ello.

2. Controlando y gestionando mis emociones: ME CONTROLO

¿Cómo puedo controlar mis emociones? Si soy de los que se enfada con mucha facilidad, y “salta a la primera”: ¿crees que eso lo puedes mejorar? o ¿crees que vas a a ser así para siempre? En este bloque trabajamos las estrategias para modificar las emociones desfavorables, que no son útiles y que empeoren las situaciones difíciles. Estas estrategias al menos son de tres tipos: las que persiguen cambiar mi emoción (por ejemplo a través de la música, o la respiración), o mis PENSAMIENTOS (a través de estrategias cognitivas, como la de parar y reflexionar, en lugar de rumiar o dejar que pensamientos automáticos me “rallen”). El tercer bloque de estrategias tiene que ver con el comportamiento (Por ejemplo: bajar la voz, no hablar tan alto en una discusión; ó salir a hacer ejercicio físico ó contarle a alguien de confianza mi problema).

3. Relacionándome mejor con los que me rodean: COMPRENDO A LOS DEMÁS

Muchos de los problemas que tenemos tienen que ver con el otro, con mi relación con las personas de mi alrededor. Puede que lleve una temporada de muchas discusiones con mi padre; o que un amigo me haya decepcionado por no defenderme en público… En este bloque trabajamos para comprender mejor a los demás y mejorar mi empatía. También entrenamos la comunicación, verbal y no verbal, para hacerlo de manera asertiva, que ayuda a solucionar muchos problemas. Cuando aprendo a relacionarme mejor con los demás, también me siento mucho mejor.

4. Sintiéndome mejor, trabajando mi bienestar emocional: ME SIENTO BIEN

Este bloque conecta directamente con la autoestima, de la que hablábamos la semana pasada. La sensación de que puedo, de que está en mis manos cambiar las cosas que no me gustan, y la sensación de que es mi responsabilidad, me va a dar mucha fuerza para sentirme mejor, y mejorar mi autoestima y mi autoeficacia. Lo importante es avanzar hacia conseguir un estado de ánimo favorable, sentirse bien y en equilibrio. Evaluar lo que me pasa (presente) y lo que me puede pasar (futuro) de manera optimista es también un objetivo de este entrenamiento.

Como decía Aristóteles: «Cualquier persona puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo».  Y yo añado: requiere de un aprendizaje y un entrenamiento consciente que hará que me sienta mejor!

El desarrollo de la inteligencia emocional es un camino muy recomendable para solucionar muchos de los problemas a los que nos enfrentamos en nuestro día a día. En próximas semanas profundizaremos en muchos de estos aspectos.

 

 

 

 

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