Área: Tutoría

Número de sesiones propuestas: seis; con las actividades de ampliación, más. También se puede trabajar aisladamente cada una de las actividades.

PRESENTACIÓN

Son jóvenes, se juntan en lugares públicos, ingieren grandes cantidades de alcohol en un corto período de tiempo y arman mucho escándalo. A este fenómeno en alza, al que cada año se suman miles de menores que se estrenan en la tarea de beber en la calle, se lo conoce con el nombre de botellón. Esta unidad didáctica va dirigida, sobre todo, a esa tercera parte de gallegos menores de 18 años que, según datos de la Consellería de Sanidade, participa de forma habitual en estas citas.

1. LA NOTICIA

Instalan máquinas de refrescos y comida en la plaza del Humor

La zona es la más concurrida por los que practican el botellón

«Esto es la gota que colma el vaso. Sólo falta que les pongan camareros», protesta la asociación vecinal

Rubén Ventureira | A Coruña 24/11/2006

La plaza del Humor, el punto de encuentro favorito de los practicantes del botellón, cuenta desde hace unos días con siete máquinas expendedoras. En ellas se pueden comprar refrescos (como cola, limonadas o tónicas), bebidas energéticas, batidos, zumos, chocolates, patatas, gusanitos o bollería variada, y también papel de liar, preservativos o anillos vibradores. Lógicamente, pues la ley lo impide, las máquinas no despachan bebidas alcohólicas.

Cinco de las expendedoras están empotradas en un local de la plaza; las otras dos, en la fachada de ese establecimiento. «Es un negocio que ha cambiado de uso varias veces. Hubo una cuchillería; después, una inmobiliaria, ahora, esto», detalla Juan Chas, presidente de la Asociación de Vecinos de La Marina-Centro.

En el exterior del local luce un gran cartel de la empresa coruñesa Norvending 24h, instaladora de este tipo de máquinas.

Los vecinos de la zona han recibido la colocación de las siete expendedoras con indisimulado estupor. «Esto es la gota que colma el vaso. Estas máquinas están claramente dirigidas a servir a los del botellón. Sólo falta que les pongan camareros a los chavales», afirma Juan Chas, quien fue avisado por los residentes de la instalación de las máquinas.

Crítica al Ayuntamiento

El presidente del colectivo vecinal lamenta «la falta de sensibilidad del Ayuntamiento, que es el que, suponemos, ha concedido licencia a este negocio». Recuerda que el anterior alcalde, Francisco Vázquez, anunció que se tomarían medidas contra los negocios que expiden bebidas durante 24 horas, «y unos meses después nos encontramos con esto». Chas pronostica que la instalación de las máquinas expendedoras «contribuirá a consolidar el botellón en la plaza del Humor». Y, por consiguiente, «a perpetuar en la zona el vandalismo y las molestias de ruido y olores».

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